Artistas destapan a la mujer joven en “Jeva”
El "Proyecto Jeva" se plantea promover valores de inclusión y equilibrio en una sociedad que continúa discriminando a las personas por su género

Desde una versión tétrica de la Mona Lisa, hasta la vaca característica de uno de los expositores, las ilustraciones de la exhibición Jeva, que forma parte de un proyecto homónimo, reflejan la esencia femenina bajo la óptica de diez artistas jóvenes.
Los tres espacios abiertos al público de la Quinta #117 de La Castellana no bastaron para albergar a la cantidad de personas que se acercó este viernes 17 de febrero a la inauguración de la exposición Jeva. Los asistentes pudieron disfrutar de la música frente a la casa y allí comentar las implicaciones de una muestra llena de contenido.
Creada por cuatro futuras comunicadoras sociales, Antonieta Abreu, Fabiana Fuschino, Luisana Díaz y Rocío Mateos, la exposición atrajo a decenas de jóvenes que pudieron observar 10 piezas visuales que ahondaron en un mismo tema: la mujer joven venezolana.
Alejandro Chinea, Daniel Mijares, Edgar Sánchez, Eduardo Molea, Flavio Herrera, Iván Silva, José Miguel Del Pozo, @Okso_1, Óscar Hernández y Pedro Padula compartieron la pared para exponer una pieza en formato ilustración, en la que plasmaran su arte.
Esfera Cultural conversó con cinco de los artistas para conocer sobre sus inquietudes y su forma de expresar un tema tan denso.
El rol trasciende al género
“Yo pensé de inmediato en los nuevos roles que juega la mujer la actualidad. Pienso que actualmente el rol trasciende el género, ya su papel abarca demasiados espacios y dejó de estar limitado al de una figura pacata e inútil”, sentencia Óscar Hernández sobre su pieza Eunuco. Es la única obra que habla de la mujer sin mostrarla, la acuarela evoca muchas figuras masculinas a través de las cuales el artista repite su idea “el rol trasciende el género”.

“¿Qué es un hombre, o qué es una mujer? Esa diferencia parece que se reduce solo al órgano sexual”, pregunta y responde Hernández. Con su obra además de reconocer la discriminación que históricamente ha sufrido la mujer y que aún en la actualidad enfrenta, no dista mucho a la de otras minorías de las comunidades de homosexuales y transgéneros.
Óscar Hernández estudió diseño gráfico pero hace diez años se metió de lleno en la ilustración. “Desde que tengo uso de razón dibujo y también he tenido cierto interés por el arte. La ilustración te permite pasearte por todos esos escenarios y he tratado de hacer uso de esos espacios, me he servido de eso”, afirma el artista que suma exposiciones en la Galería de Arte Nacional y el Museo de Bellas Artes.
La piel y el cuerpo como documento
José Miguel del Pozo, aprovechó la ocasión para realizar una pieza bajo un nuevo formato experimental en el cual utiliza, para plasmar un concepto en el folio, muchos de los materiales que usa frecuentemente para hacer tatuajes. Así nació Cosas de mujeres desnudas la obra que presenta en la exposición.
Las partes del cuerpo de la mujer, que calcó de obras maestras de la historia de arte, sufren modificaciones o se entorpecen con la aparición de manchas pero, a su vez, consiguen un movimiento particular producto de la reacción de la tinta ante el líquido para fijar las plantillas de tatuaje a la piel. “Los colores brotan, hace casi el mismo efecto que una luz estereoscópica o de unos lentes 3D, ya no ves solo trazos, sino que éstos se expandieron, el dibujo se perdió, se desenfocó, se llenó de todo”, dice al respecto.

Este trabajo es la continuación de uno previo expuesto en la Sala Mendoza hace un par de años, en el que eran los rostros de las mujeres los que desaparecían. “Sustraía las caras de las mujeres en los cuadros famosos y construía una forma común con una superposición de todas. Allí se veía cómo la mujer seguía teniendo rostro, el de una mujer universal”, refiere y explica que en este caso quiso aterrizar la idea a algo más corporal. “Es un tema de la piel como el documento del cuerpo de cada uno. El cuerpo de la mujer en la sociedad actual es exclusivamente percibido desde un punto de vista que ignora la riqueza expresiva del mismo. Ese cuerpo, en realidad, es más de lo que sale allí en las vallas de cerveza”, refiere el artista.
La apuesta de los jóvenes
Tanto Pedro Padula como Alejandro Chinea empiezan a exponer y de a poco van obteniendo algún espacio para mostrar su arte. Sobre su obra para Jeva, Padula considera que engloba la percepción que tiene sobre la mujer: un mezcla entre la delicadeza y sutileza de su exterior, con la intensidad y fortaleza de su mundo interior. “Quise plasmar ese contraste”, afirma el creador quien asegura que observa con agrado las conquistas en cuanto a derechos que han tenido las mujeres. “Es un movimiento que se ha apoderado del mundo”, concluye el ilustrador.
Alejandro Chinea, por su parte, reflejó “la frialdad, la fragilidad, y la gallardía de la mujer joven”. En su obra hace homenaje a las madres y a las mujeres que, a la hora de tomar decisiones, no pierden de vista a sus seres queridos. Chinea sostiene que la manera en que las mujeres se adaptan a los cambios y la incondicionalidad con la cual arropan a los suyos, es digno de reconocer y de plasmar en arte. Valor incondicional, es el título de su obra.
Eduardo Molea , con una versión tétrica de la Gioconda sella su participación el exhibición. “La idea era utilizar una imagen muy reconocida y deconstruirla de manera gráfica para poder darle significado a ciertos elementos que me parecen importantes”, refiere. La manzana y el corazón trascienden de la Madonna.









