Danza árabe venezolana triunfa en el Winter Dance Festival de Argentina
El Ballet de Danzas Árabes Nuit, dirigido por Nabila Nuit, recibió dos grandes premios en el Winter Dance Festival

El calor maracucho se sintió con fuerza en el Festival Internacional de Danzas Árabes de Argentina Winter Dance Festival . La escuela Allegro Dance, dirigida por la maracucha Nabila Nuit, fue doblemente galardonada la invernal noche del 11 de agosto: obtuvieron el Primer Lugar en la categoría Grupal Profesional y el premio mayor de la velada: Mejor Coreografía. Lograron tales reconocimientos a pesar de que juntas, solo ensayaron una vez.
El Ballet de Danzas Árabes Nuit se creó en 2010 y a raíz de la situación del país algunas de sus integrantes emigraron de Venezuela. Una de ellas fue precisamente su directora, Nabila Nuit, quien actualmente reside en Bogotá. Relata a Esfera Cultural que preparase para el Winter Dance Festival no fue una tarea sencilla: las protestas en el país y el tenso escenario social y político impidieron los encuentros de las chicas que permanecían en el territorio nacional y las que estaban afuera también querían participar.
Sin poder encontrarse en persona, la solución fue ensayar a través de vídeos. “Le pedía a cada una su vídeo y entre todas hacíamos las correcciones. Una forma de ensayar muy loca que en teoría no funcionaría porque para hacer una coreografía necesitamos que esté el grupo completo, por los desplazamientos y todas las cosas, pero cuando se quiere se puede. Cada quien enviaba su vídeo, nos corregíamos, otra vez se grababan y así”, refiere la bailarina.
Llegó el momento de encontrarse en Argentina. Con grandes esfuerzos las participantes lograron reservar hospedaje y pasajes para quedarse en Buenos Aires únicamente los días que duraba el festival. Previo a la competencia solo pudieron ensayar juntas la tarde anterior al evento. Pidieron una terraza prestada en el hotel y allí, sobre un duro piso de cemento y expuestas al frío del invierno suramericano movieron sus vientres, sus brazos y sus ganas durante tres horas, logrando la sinergia que las hizo merecedoras de los mayores honores de la noche.
En Buenos Aires se encuentran importantes escuelas de formación profesional en danza árabe a nivel mundial. Podría decirse que es la meca de la danza del vientre en Latinoamérica, que llevan la batuta en cuanto a festivales y grandes talleres con maestros de todo el mundo. Mayra Huzid es una de esas bailarinas, maestras y productoras de renombre, y este año abrió la competencia entre más de cien bailarinas de distintos rincones del planeta.
Para el grupo de venezolanas, quienes trabajan con sumo esfuerzo y sacrificio, el triunfo es inmenso. La formación de los bailarines de danza oriental ha venido dificultándose los últimos años, “hace mucho tiempo que para Venezuela no van maestros internacionales, estamos muy encerradas, y nos ha costado bastante alcanzar el conocimiento, mantenernos actualizadas en relación a la danza”, refiere Nuit.

“En ese sentido nosotras éramos económica y socialmente las más débiles de la competencia. Ha sido genial ganar y demostrar que no importan las condiciones en las que estemos, las necesidades económicas que tengamos, los problemas políticos y sociales, cuando tenemos pasión por algo, se puede lograr. Ese es el significado que tiene para nosotros este premio”, afirma.
Con una pieza de bellydance estilizado al estilo Allegro y con la música del maestro Mario Kirlis conquistaron al jurado: el bailarín argentino Yamil Annum, la ucraniana Marta Korzun y la estadounidense Jalilah. “Al jurado le gustó mucho, y nosotras quedamos contentas y con ganas de inventarnos otra aventura hacia otros festivales. Le dimos ese regalito a Venezuela y esa buena representación en Argentina”, concluye Nuit.
Un sueño marabino
Nabila Nuit (Natalia Rossetto) nació y creció en las cálidas tierras marabinas, al oeste del país. Aunque de niña estuvo vinculada al arte de la danza, durante su adolescencia se apartó de ese camino y atravesó la compleja experiencia de la anorexia y la bulimia. Su abuela, preocupada, solía acompañarla a los comedores dietéticos y un día, sin imaginarlo siquiera, se cruzaron con un anuncio que ofrecía clases de danzas árabes, algo muy fuera de lo común en la ciudad de Maracaibo.
La señora, quen conocía el gusto de su nieta por la danza, insistió en llevarla a la escuela y durante mucho tiempo financió las clases de la joven. El observarse frente al espejo con el abdomen descubierto, el movimiento corporal y el apoyo de la profesora Sabah Amal (Tatiana Socorro), ayudaron a Nabila Nuit a nivel emocional y psicológico, convirtiéndose la danza en un espacio terapéutico, acompañado por la terapia psicológica que recibía.
“La escuela tuvo que cerrar, la dueña de la escuela Claudia Fazzini, italiana, se regresó a su país y yo quedé en el limbo, no había otras escuelas para estudiar en Maracaibo. Me había hecho tanto bien la danza que yo decidí buscar en otros lugares. En Internet encontré diferentes festivales en Caracas, en Valencia, en Mérida. Mi abuela siempre me apoyó mucho económicamente para poder ir a esos encuentros y entrenarme de alguna forma. Yo no quería dejar de bailar, ella veía que me ayudaba mucho y me ayudó bastante”, continúa.
En esos encuentros conoció a muchas profesoras: Noura Farid, Nazarith Layali, Matisa (Matilde Mendoza), entre otras. “Estudié con las grandes maestras de aquel entonces, alrededor del año 2005. Me enamoré de la danza, de lo que generaba en mí, me enamoré de lo terapéutico que era para mí y decidí dedicarme a eso”. Nuit abandonó sus estudios de medicina pues “nunca le gustó”, y logró licenciarse como psicólogo mientras estudiaba danza árabe.
Cuando se sintió preparada inauguró su escuela Allegro Dance en el año 2007, en una ciudad en donde la danza árabe estaba destinada a exhibirse en bares y mancebías. En contra de grandes prejuicios y estigmatizaciones, su trabajo fue creciendo y se ganó el respeto de la sociedad. Al principio, los teatros cerraban sus puertas y el género era muy rechazado, hoy en día bailan al menos una vez al mes en eventos culturales de la ciudad y tienen ganado el corazón de los maracuchos.
Anualmente realizan una gala especial, el pasado año presentaron La Concorde, con dos funciones y más de 1.200 espectadores. Con ese espectáculo Nabila Nuit se despidió de su natal Maracaibo y emprendió una nueva aventura hacia Bogotá, en donde tiene alrededor de un año residenciada junto a su familia. “Estuve algunos meses buscando trabajo, enviando mi currículum a algunas escuelas pero aquí ya hay una historia dancística y es bastante hermético, no permiten profesores de otros lados, cosa que yo entiendo perfectamente. Lo asumí y después de darme cuenta de que no tendría ninguna oportunidad en las escuelas de acá, cuando tuve la posibilidad económica me decidí a abrir una sucursal de Allegro Dance en Bogotá”, relata.

“El crecimiento ha sido lento, estoy en la capital, hay mucha gente, y me enfrento otra vez con cuestiones culturales. Sin embargo, se me han abierto muchas puertas a nivel individual, la gente ha empezado a ver mi trabajo y me invitan a festivales y a dar una que otra clase. Poco a poco me he metido en el mundo de la danza en Bogotá y gracias a Dios los directores de escuelas están viendo el trabajo de Allegro y nos están empezando a considerar. Me da mucha paz, me tranquiliza y me contenta mucho”, dice.
Este año, el Consejo Internacional de la Danza UNESCO, en París, avaló la metodología AMI (Anatomía, Movimiento e Interpretación) propuesta por Nabila Nuit para la enseñanza y ejecución de las danzas árabes, basada en sus estudios de medicina y de las danzas orientales. “La danza árabe no tiene una metodología, no hay una terminología universal, y muchas alumnas estaban exigiéndome cierta certificación que en la danza árabe no existe. Más allá del trabajo o la palabra del maestro que le haya dado clases no hay una organización internacional que otorgue un aval de ese tipo. El Consejo avaló mi propuesta y actualmente tengo un número de membresía que me permite certificar a las alumnas que cumplan ciertos requisitos y así a donde quiera que vayan son válidas sus credenciales”, explica la maestra.