Ben Amí Fihman y el pasado intelectual
Oscar Todtman, OT. Editores, publica la primera novela de Ben Amí Fihman

La muerte de un hombre resulta el dispositivo ficcional que acciona la primera novela de Ben Amí Fihman El espejo siamés (Oscar Todtmann Editores, 2017), un lienzo que expone personajes de la bohemia cultural venezolana de los años cincuenta, sesenta, setenta y ochenta del siglo XX.
Carlos Clarens, notorio periodista que conduce junto con su mujer, Circe Kramer, un prestigioso programa de opinión televisivo se suicida. La viuda entrega un sobre al narrador que contiene un manuscrito (escrito de puño y letra por el fallecido) que revela los orígenes y años de formación de Clarens, donde se cuenta la historia de sus ascendientes a través de una novela protagonizada por un escritor ruso de nombre Ossip Chemiakin; un individuo caído en desgracia durante el férreo régimen soviético y que busca reivindicarse mediante un relato titulado La novicia rebelde a Novy Mir (una revista arbitrada por figuras poderosas de la cúpula cultural soviética) y así recibir los beneficios que lo ayudarán a salir de deudas.

La novela está llena de referencias literarias y de menciones al cine, la admiración por la narrativa rusa es notable, las obras Los hermanos karamázov y Crimen y castigo de Fiódor Dostoyevski sirven de ancla para ahondar en las acciones de los personajes. La prosa de Ben Amí Fihman está llena de periodos largos con minuciosa información, aunque estilizada por su estilo barroco.
Entre los personajes de la cultura venezolana que se retratan en la novela destacan Juan Liscano, Caupolicán Ovalles, Francisco Massiani, José Ignacio Cabrujas, Fruto Vivas, Juan Sánchez Peláez, Carlos Rangel y Sofía Imber, entre otros.
El conflicto de las ideas que rigen la política también es una constante en la novela, el escenario de la Guerra Fría permite al autor describir el ascenso al poder de Gorbachov y los cambios que este líder trajo en la URSS.
Podría decirse que El espejo siamés es una matrioska de historias, de personajes que se funden con la realidad mostrando el lado oscuro y torpe de los intelectuales que cohabitaron con el poder en una Venezuela de mucho auge petrolero: tiempos confusos y maltrechos en los calabozos de las dictaduras de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez; la vida alocada de los exiliados en Europa, sus excesos con las mujeres que gobiernan las noches y su inagotable gusto por el licor.
El lector debe estar atento para no perder el hilo conductor de la compleja estructura. Al igual que en un espejo, la historia se puede tornar en un confuso reflejo.
Así, pues, en El espejo siamés de Ben Amí Fihman se permite reconstruir, gracias al holgado traje de la ficción, el pasado intelectual, apasionado y a veces inocente, de aquellos que comulgaron con la izquierda, los mismos que sufrieron los desencantos de las utopías que malogran nuestro presente.