Ciclo “Peces del Guaire” lleva al Colectivo Desarmado a la catarsis
La protesta y resistencia desde la cultura no solo es posible sino plausible. La agrupación llega a la sexta sesión de un ciclo caracterizado por incluir diversas expresiones artísticas a fin de manifestar su disconformidad con la situación

Los nueve andaban descalzos, vestidos de blanco y aún cuando los nervios atacaban, la valentía los envolvía. Estaban a punto de expresar por sus bocas el sentir de millones. Quizá no lo veían de ese modo cuando empezaron a hablar, quizá se dieron cuenta, cuando empezaron a llorar. Pero antes del inicio, cuando sentados en dos hileras de sillas esperaban a la audiencia, las piernas de algunos se doblaban y se desdoblaban. En posición de indio, estiradas, en ángulo recto, no hallaban la manera de aquietarlas. Los pies se acoplaban a este baile, incluso los dedos hacían círculos imaginarios. Las cabezas, a diversos ritmos, se movían de un lado a otro. Muchos estiraban el cuello, la espalda, las muñecas. Hacían ejercicios de respiración y concentración. Se preparaban para hacer algo espontáneo, por paradójico que suene. Se preparaban para hacer catarsis.
Pero la catarsis de los Peces del Guaire no nace de sí mismos. De hecho, los textos que vociferaron fueron obra de desconocidos. Las imágenes que los acompañaron surgieron del aporte de artistas visuales decididos pertenecientes a la Escuela de Fotoarte. La lectura de un verso ajeno se transformó en arte cuando el actor lo recitó de tal forma que pudo drenar con él su propio sentir. La imagen también habló. Pero ese sentir no es solo el del autor, del fotógrafo o del intérprete. Ese performance condensó la emotividad de un pueblo, la emoción del pueblo venezolano.
Es por ello que las lágrimas inundaron la Sala Cabrujas la tarde de este martes 16 de mayo. Durante poco menos de una hora los nueve integrantes del Grupo Nueva Era tocaron la fibra de un público que llenó la estancia y, con la ayuda de poderosos y emotivos textos, así como de imágenes que disparaban realidades muy crudas, ejecutaron la sexta sesión del ciclo Peces del Guaire del Colectivo Desarmado.
El único tema que se repitió en cada puesta en escena fue Venezuela. Las miradas, todas demasiado íntimas, a la vez expresaban una misma tensión, un mismo sentimiento de frustración. Fue, de hecho, el llanto lo que vinculó al espectador a la protesta
-¿Y es que acaso llorando hacemos algo?
-Por lo menos catarsis.
Un grupo con otras armas
Lo que el Guaire tiene de inmundo, también lo tiene de icónico. Hubo un quiebre ese día. Ese 19 de abril cuando manifestantes prefirieron bañarse en porquería que ahogarse con gases. Jennifer Gásperi, como buena directora de teatro, le puso un soundtrack a aquella escena: Peces del Guaire de Desorden Público. La situación rebasó el umbral de resistencia de muchos cuando a través de redes sociales el partido de Gobierno utilizó y posicionó la etiqueta #AlGuaireLoQueEsDelGuaire.
En vez de explotar, un grupo de artistas y cultores respondió a la frase con otra: #SalimosDelGuaireLimpiosDeConciencia. Esa pancarta llegó hasta el Festival de Teatro de Caracas que se celebró a pesar de la confrontación. Gásperi, por su parte, continuó con la canción en su mente y pensó de qué manera expresar aquello que sentía como venezolana y ciudadana. La respuesta, cuenta Willy McKey, la tenía Václav Havel dramaturgo y político checo: “Cuando veas alrededor que todo el mundo se pregunta ¿qué hay que hacer? uno tiene que preguntarse ¿qué sé hacer? y justamente eso es lo que espera de ti la situación y el momento histórico que estás atravesando”.
De tal manera que gente de todas las áreas de la cultura se organizó para armar un grupo encabezado por Gásperi, McKey y José Alejandro España. Pronto el grupo se transformó en colectivo porque sus creadores no están dispuestos a que nadie les arrebate el significado de una palabra hermosa, que evoca el trabajo en conjunto de muchas personas. Cuenta Willy McKey que para reivindicarla y borrarle esa idea de que colectivo es un asesino capaz de matar gente que padece su misma pobreza, se creo el Colectivo Desarmado.
La naturaleza de esta agrupación ha sido de expansión. A partir de la tercera sesión, todas las obras se generaron con ideas del público. “Esto es lindo, está cargado de gente. Hay actores, fotógrafos, artistas, músicos, poetas, todos se han ido sumando y sigue creciendo porque cada semana recibimos una cantidad de propuestas mayor”, refiere la directora y creadora.
El resultado siempre es una pieza única, no solo porque no ha sido presentado con anterioridad y difícilmente pueda replicarse igual, sino porque confluyen en un escenario expresiones diversas y personas que jamás habían trabajado juntas. Es una coincidencia de elementos. Es una unión de piezas de lego.
Catarsis
Arlette Montilla, que desde la fotografía decidió unirse a la resistencia no violenta y participar dentro del Colectivo Desarmado, tomó la batuta en esta sexta edición y organizó a los actores, artistas visuales y redactores para lograr este performance. Creó, en primer lugar, un correo electrónico (catarsis.vzla@gmail.com) para que cualquier venezolano enviara su testimonio en el que reflejara sus sentimientos, su cotidianidad, su percepción sobre la protesta, sobre su convulsionado país, aún cuando estuviera en el exterior.
Eso hizo que relatos de Australia, Chile y Argentina compartieran escenario con otros provenientes de La Candelaria, Bello Campo y Miranda. El odio, la desesperanza, la esperanza, el desespero, el miedo, la frustración, la negación, la rabia, el dolor, el dolor, el dolor, el duelo, la culpa, la impotencia, la indiferencia, el desazón. Todos estos temas fueron los que, en resumen, trajeron a colación los testimonios. Pasaron de ser temas a ser sentimientos.
Montilla insistió en que el correo seguirá abierto y recibirá cualquier cantidad piezas. “No hay límite para la escritura en cuanto a su forma, puede ser narrativa, prosa, verso, escritura libre, pero te recomendamos escribir desde tus emociones y no usar más de 1000 palabras. Agrega al final de tu escrito tu nombre (real o alias), tu edad, profesión, y ciudad en donde vives (si es en Caracas, favor colocar la zona de la ciudad)”, recuerda la profesora de la Escuela de Fotoarte.
La invitación a la próxima sesión de Peces del Guaire está abierta. Los montajes se hacen en la Sala Cabrujas de Los Palos Grandes cuando no hay otra actividad pautada allí y se promocionan a través de las redes sociales de los participantes y promotores. La entrada es libre. Para conocer más sobre esta agrupación se recomienda buscar a través de las etiquetas #PecesDelGuaire y #ColectivoDesarmado.