“A dos mil años de luz” celebra la venida del Niño Jesús en la Sala TAC
La última exposición del año de la Sala Trasnocho Arte Contacto trae las Colecciones de Antigüedades Casa Piu y Ruth y Robert Bottome

Las paredes blancas de la sala resguardan celosamente la mestiza compilación de esculturas que celebran el Nacimiento de Jesús de Nazareth. Lo primero que llama la atención al entrar al iluminado lugar, es una colección de crucifijos de distintos tamaños. Algunos provienen de pueblos trujillanos, y otros de lejanos lugares europeos. Delicadas tallas de nácar y de marfil pueden reposar en humildes maderas o en pesados metales. Sin duda, son tangibles dos cosas: la devoción del artesano y el cuidado que guarda el coleccionista hacia cada pequeña pieza.
El acontecimiento de la venida al mundo del Niño Jesús es celebrado por la mayoría de los cristianos del mundo a través del tradicional nacimiento, belén o pesebre. La exposición A dos mil años de luz. Dos caras de una pasión, exhibe en la Sala TAC del Trasnocho Cultural una selección de más de 60 piezas alusivas a la Natividad de Jesús. Con nacimientos, pesebres y Sagradas Familias, hechos en Europa, Latinoamérica y Venezuela, se revive uno de los acontecimientos centrales de la cultura occidental.
Como su última exposición del año y con la intención de “renovar la esperanza y la fe” en fechas cercanas a la Navidad, se presenta esta suma de figuras pertenecientes a la Colección Antigüedades Casa Piu y la Colección Ruth y Robert Bottome, con el apoyo del Instituto Italiano de Cultura y la Embajada de Italia en Venezuela.
Esta costumbre surgió en el siglo XIII, de la mano de San Francisco de Asís, santo italiano fundador de la Orden Franciscana. Cuenta la leyenda que mientras se encontraba orando en un bosque de Greccio en el Valle de Rieti en Italia, tuvo la idea de representar el Nacimiento de Jesús dentro de una gruta. Construyó dentro un pequeño refugio de paja, trajo a un buey y un burro, e invitó a los campesinos del lugar a representar la escena de la adoración de los pastores. Tanto fue el gusto y la emoción que este acto originó que muy pronto se extendió por toda Italia y que hoy en día sigue acompañando tradicionalmente a los hogares cristianos.

La alegría de compartir el gusto
Sobre muebles rosados se exhiben los considerados tesoros de la Colección Antigüedades Casa Piu. Las piezas no sólo europeas, sino también latinoamericanas, fueron creadas incluso desde el siglo XVIII. Las figuras alusivas al Divino Niño son las más curiosas, de distintos tamaños, estilos y formas. Niños Jesús de tez blanca, mejillas rosas, dedos delgados y mirada enternecida van adornados con flores blancas de pistilos dorados. Por otro lado, hay uno con una túnica de tela roja brillante, -quizás menos agraciado- y a su lado, uno que tiene en sus manos la figura de un globo terráqueo.
Por su parte, la Colección Ruth y Robert Bottome, muestra el resultado de los recorridos que esta familia viene haciendo por las ciudades y pueblos venezolanos. Artesanos merideños, zulianos, carabobeños, entre otros, extraen de su entorno la materia prima que tallan con simpatía para dar vida a los rostros de Jesús, María y José. Son de piedra, madera, arcilla, telas, y óleo las representaciones de esta recopilación, que juega festivamente con los tamaños y colores.

Una mirada entusiasta
La reconocida curadora, Carmen Sofía Leoni, es la responsable de ésta exposición. Desde muy joven ha recorrido las calles de Europa escudriñando los rincones en donde late el arte. Empezando por museos, plazas y galerías, no ha quedado atrás su gusto por las iglesias, esos santuarios en donde conviven armoniosamente la fe y las obras de arte.
Su compromiso con la expresión artística del ser humano la ha llevado a asumir cargos importantes dentro de las políticas culturales de la ciudad de Caracas. Además, su ojo crítico se ha desarrollado gracias al contacto con artistas de todos los lugares y a su constante investigación.
Una vez más, su compromiso con el arte y la cultura la traen a la Sala TAC este miércoles 7 de diciembre de 2016, a las 4:00 pm para contar a los más curiosos, con lujo de detalles, la historia particular de cada pieza que compone la colección.

La exposición A dos mil años de luz. Dos caras de una pasión estará abierta al público en la Sala TAC hasta el 22 de enero de 2017, de miércoles a sábado de 10:00 am a 9:00 pm y los domingos, martes y feriados de 1:00 pm a 9:00 pm. La entrada es libre.
La Sala TAC está ubicada en el Trasnocho Cultural, en el sótano del Centro Comercial Paseo Las Mercedes.
Para más información, contactar a la sala al teléfono 0212-993.2957, las cuentas Twitter: @salatac1, e Instagram: @trasnochocult, y la página web.