El boom del color
Con la participación de 24 artistas mañana domingo 18 ,se inaugura en Espacio Monitor en Los Galpones de los Chorros una muestra dedicada al lenguaje del color

La experiencia de la visita a la muestra Revelaciones cromáticas en El lenguaje del color, que se inaugura este domingo 18 de marzo en Espacio Monitor es envolvente. El color se apodera de toda el área de la galería de arte y se instala en los rincones; brota de las paredes, se adhiere a ellas e inclusive se introduce en una. Cuelga del techo. El color puede pertenecer a un mural de gran formato, a un cuadro mediano o ser un obsequio de la naturaleza hecho arte. Puede representar el contraste o la concordancia de las tonalidades del color. Puede ser un texto escrito sobre el tema. Está, en el reflejo de la forma que lo produce por efecto de la luz y está en el suelo o embalado y listo para emigrar.
Esta exposición sobre El Lenguaje del Color convoca a 24 artistas que se desenvuelven en la órbita de Espacio Monitor y en palabras de su curador Miguel Miguel García el evento se hizo para homenajear a Carlos Cruz- Diez porque es el artista venezolano que ha ido más lejos en el campo del color.
–Simplemente – continúa el anfitrión – es una reunión de artistas diversos de varias generaciones donde cada quién ha utilizado el color como medio de expresión en un trabajo actual. La mayoría de las piezas fueron hechas especialmente para esta exposición. En la muestra participan artistas muy reconocidos nacional e internacionalmente, como Marcos Maggi y Arturo Herrera que es caraqueño,actualmente vive en Berlín y está representado en las colecciones de los cuatro museos más importantes de Nueva York.

Un mural de grandes dimensiones de color rojo guayaba y anaranjado es de Herrera y otro lleva la firma de Jaime Gili con figuras geométricas blancas y amarillas. Por su parte Alberto Cavalieri obtuvo colores por la oxidación en bloques de cemento. Sigfrido Chacón presenta una serie con características propias y allí imprime la palabra color y afloran el rosado y el azul sobre fondo negro. Estos creadores y otros más, no estuvieron presentes en la presentación a la prensa de la muestra, pero dejaron su poderosa huella en la misma.

En nuestro recorrido conversamos con Paulo Castro al lado de su tríptico titulado Denso-pintura. Revela que identificó su vocación por el arte desde niño:
–Recuerdo que me regalaron un libro que se llamaba Cien obras maestras de la Pintura . Yo revisaba sus páginas y sentía cómo si conociera a toda esa gente. A los 11 años reconocía la belleza y la trascendencia de las obras de arte en esas láminas de los maestros desde el Renacimiento y hasta la primera mitad del siglo XX. Picasso era mi preferido. Luego me formé en la Cristóbal Rojas y estudié Antropología. Inicialmente me interesó la corriente informalista, el trabajo de Alejandro Otero y el grupo El Paso entre otros. Más tarde me incliné por los ensamblajes y la experimentación con materiales.
Sobre la ejecución del su tríptico en dos tonos de azul y un amarillo muy intenso, Castro expresa que realiza cada cuadro, por capas. “La base tiene fibra de vidrio, va recubierta con plástico y encima coloco una pintura sobre tela elástica. Encima de ese fondo, va otra tela colorida también plástica que queda a la vista de todos. Las líneas gruesas sobrepuestas a la superficie generan planos de color y sugieren la tensión de cosas que se estiran. El propósito de la obra es poner a dialogar los espacios de color”, explica el artista que vive y expone su trabajo en Venezuela. Colombia y Miami.

María Virginia Pineda es una artista joven que nació en Mérida y reside en Caracas hace tiempo. Informa que su serie se llama Notas Cromáticas y son textos descriptivos de obras de arte venezolanas de los siglos XIX y XX . “En esos fragmentos que extraigo de los estudios de críticos e investigadores de arte, ellos ponen el énfasis en los colores que el artistas pintaron en sus cuadros o en alguno de sus elementos”, dice.
–Mi propuesta – continúa Pineda – se plantea bajo los cánones de la temperatura del color. Por eso comienzo con textos que aluden al claro oscuro y a medida que el espectador va avanzando , va pasando de tonos fríos a tonos cálidos y la serie termina con el blanco. De allí que el último texto habla de Reverón donde no hay color, sólo luz.

Elías Toro desde pequeño sintió afición por el diseño, quizá luego de convivir con su padre un famoso arquitecto venezolano. “Después de practicar la arquitectura por 10 años, por una serie de circunstancias, decidí dedicarme a la docencia en la facultad de arquitectura y a las artes plásticas, fundamentalmente en dos series”, relata. Destacó entonces, una bidimensional “que son manchas abstractas sobre la superficie pictórica” y otra tridimensional conformadas por piezas como las que expone en la galería, que se llaman Topoglifos. “Se trata objetos de arte hechos con fibra de vidrio en la base y madera que se desprende del Chaguaramo, en la superficie. No hay ninguna alteración en la corteza de la corona del Chaguaramo que empleo,al margen de un sellador que sirve de protección, y la base que muchos perciben semejante al cemento en realidad es de fibra de vidrio muy liviana”, cuenta.
–¿Cúal es el concepto de los Topoglifos?
– Yo creo que en el arte no hay necesariamente un concepto. En mi caso hay una necesidad de expresar un mundo interior a partir de los elementos que me circundan y logro entender estéticamente. La forma que está planteada en esta obra es la que tiene originalmente la corteza en la naturaleza con un soporte acorde a la misma.

Alejandro Gerdel relata que dentro de sus realizaciones conjuga muchos aspectos: “Mi cuerpo, o parte de él, la ciencia y la salud más el problema del color y la tradición geométrica venezolana tan presente en la obra de Soto, Cruz-Diez y Alejandro Otero”. Expone Las Colorinas, una obra que realizó inicialmente con las cintas reactivas para hacer diagnósticos o con las cintas que se emplean para medir la glucosa en sangre. “Con ellas realicé una serie de obras octogonales. En esta oportunidad son Tensiones Cromáticas , unas cuerdas (cables de colores) que se utilizan para la rehabilitación del tono muscular. Estas cuerdas son de colores llamativos que a la vez indican su templanza. El anaranjando es maleable, el verde indica tensión intermedia y el azul es la cable de mayor resistencia”, revela Gerdel.
Cabe destacar que el creador hizo que los cables salgan de la pared con cierto movimiento.

–Yo soy diseñador gráfico- dice José Luís García – pero todo este cuerpo de trabajo que vengo desarrollando desde hace 25 años, está en el ámbito artístico porque no tiene que ver con la funcionalidad del diseño gráfico sino con una investigación mía, obsesiva,sobre los patrones. Comenzó como una necesidad de reproducir lo orgánico y luego me planté evadir la pintura y el dibujo como medio para crear y hacerlo desde la programación de la computadora que era uno de mis hobbies desde muy niño. Entonces son pinturas digitales realizadas a través de la computadora.
—Mi obra es digital -destaca el artista – cuando la llevo a obra física es una traducción del trabajo digital. Acá las obras plásticas que presento, son impresiones en papel de 250 gramos encapsuladas en acrílico.
–¿Sus cuadros reproducen partes de computadoras?
–No. Los algoritmos los realizo como una infografía. Parto de una data específica que tiene que ver con el título de las obras y construyo el algoritmo que dibuja y pinta la imagen programada. Luego yo edito. Selecciono de todo ese patrón que genera la computadora, un segmento y lo trabajo.
— ¿Cómo funciona el color en su trabajo?
–De echo en todos los ámbitos en que me desarrollo tanto en el profesional como en el artístico el color es protagonista. Esta serie fue titulada con una convención de color llamada RGV que es el sistema de color del video. Entonces siempre mis series están agrupadas por esquemas de color. En síntesis trabajo la vibración del color junto a la composición y la forma.
–¿Este detalle ampliado, no parece una tapa de lata refresco?
— Más que el proceso, me interesan las lecturas del espectador. Por eso es abstracto.
— Se nota en los cuadros la intromisión de la computadora ¿ no cree?
— Yo tengo una forma muy orgánica de verlos. Para mí son tejidos.

Leonardo Nieves presenta en la exposición unas “maculaturas” que, según explica, las obtuvo luego de modificar una serie de catálogos de la Casa de Subastas Christie´s. “Me di a la tarea de modificar estos catálogos que son como libros, hice cortar su páginas en tiras del mismo tamaño y decidí amalgamar esas superficies hasta procurar estos rollos sobre los cuales abro líneas de huecos pequeños.”, señala el creativo.
–¿ Cómo se le ocurrió?
–Hace algún tiempo hice una investigación del elemento punto porque mi afición es crear lenguajes gráficos. Utilicé estructuras como éstas a fin de generar un esténcil. Yo pintaba con spray los huecos sobre otro papel y me disponía a obtener una nueva imagen a partir de allí. Estos ensayos me permitieron apreciar el sentido estético de la banda, el encanto y el colorido de los papeles, el carácter lúdico del conjunto así como la incidencia de la luz a través de las perforaciones.Entonces decidí componer 20 rollos de seis metros cada uno con el procedimiento señalado y llamé a la obra Archivo portátil.









Todas las fotos de esta galería son cortesía del fotógrafo Julio Osorio de Espacio Monitor menos la de Leonardo Nieves que es de Edisson Urgilés