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El cine independiente latinoamericano en Sundance 2019

Ocho películas latinoamericanas se proyectan en el Festival Sundance que comienza el 24 de enero

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Aclamadas o polémicas, las películas que están por  estrenarse este año ya van acumulando sus seguidores. En Latinoamérica, los autores cinematográficos están mostrando nuevos paradigmas en sus formas de contar historias. Esto lo demuestra la importante cantidad de películas latinoamericanas que han participado y ganado en diversos festivales clase “A” , desde hace algún tiempo. Roma (Drama, 2018) de Alfonso Cuarón; Zama (Drama, 2017) de Lucrecia Martel; La Flor (Multigénero, 2018) de Mariano Llinás, son algunas de las más destacadas en cuanto a calidad y trascendencia se refiere, dentro del ancho espectro de producciones que abarca al arte cinematográfico.

Producciones con narrativas que traen nuevas luces a la gran pantalla. Historias que hablan y hacen eco en la conciencia. El sello del realismo mágico de América Latina impregnando con su filosofía al mundo entero. Miradas que exploran las delgadas capas de la moral actual y la cuestionan. Un cine inquieto, ansioso por encontrar nuevas formas, curioso por reflexionar sobre el pasado y de representar con nuevas imágenes al mundo contemporáneo; serán las embajadoras del sur en el festival de cine de autor más importante del continente.

El festival de cine de Sundance es un medio desde el cual el cine independiente internacional encuentra una tertulia para su esparcimiento y proyección. Fundado en 1978 ,bajo el nombre U. S. Film Festival of Utah (Festival de los Estados Unidos de filmes de Utah) con Robert Redford como cabecilla y representante (Sin él, el festival no hubiese conseguido el apoyo que necesitaba para la época) surge como una plataforma para las películas independientes de Estados Unidos eclipsadas por el monopolio de las súper producciones comerciales del mundo del entretenimiento norteamericano. Así, tres años más tarde, abriendo sus puertas al mundo entero y cambiando el nombre a Sundance Film Festival, como un tributo que hace Redford al personaje que interpretó en Butch Cassidy and the Sundance Kid de George Roy Hill (Estados Unidos, 1969) crearon el Laboratorio de Cineastas del Instituto de Sundance (Sundance Institute) para acunar múltiples proyectos de realizadores emergentes con ideas nuevas, distantes del formato que Hollywood imponía en ese entonces y que, gracias a estos laboratorios, mutaron grandiosamente a las formas narrativas audiovisuales novedosas para entonces.

El primer laboratorio creativo de Sundance en 1981

Más que un instituto, es una comunidad de afectos e intereses, que apuesta por historias originales de una calidad espléndida, siendo el Festival de Cine de Sundance y el Sundance Institute, desde su fundación, los promotores de creaciones cinematográficas que marcaron un antes y un después en el mundo de la cinematografía. The killing fields de Roland Joffé (Reino Unido, 1984), Sex, Lies and Videotape de Steven Soderbergh (Estados Unidos, 1989) Como Agua para Chocolate de Alfonso Arau (México, 1992), The Blair Witch Project de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez (Estados Unidos, 1999), An inconvenient Truth de David Guggenheim (Estados Unidos, 2006) por sólo sólo algunas de cientos de películas que Sundance ha impulsado.

Fotograma de la película Monos de Alejandro Landes

Para este año, a partir del 24 de Enero hasta el 3 de Febrero, se estrenarán seis películas latinoamericanas en las pantallas  del festival en Park City, Salt Lake City y el Sundance Mountain Resort, en Estados Unidos. En la categoría World Cinema Dramatic Competition están participando: Monos de Alejandro Landes (Coproducción Colombia, Argentina, Uruguay, Países Bajos, Holanda, Alemania y Suecia) filme que narra la historia de ocho muchachos que cuidan a una vaca lechera y a una rehén. Divino Amor de Gabriel Mascaro (Coproducción Brasil, México, Dinamarca, Uruguay y Noruega) muestra a una mujer profundamente religiosa que se propone salvar el matrimonio de un compañero de trabajo, mientras el suyo sufre una crisis  que la acerca más a Dios. Los tiburones ópera prima de Lucía Garibaldi (Coproducción Uruguay, Argentina y España)  que cuenta los últimos días de vacaciones de una adolescente, que luego de haber tenido un encuentro cercano con un posible tiburón, produce una ola de cambios en la localidad y casi sin darse cuenta, se enamora de su compañero de trabajo. Esto no es berlín de Hari Sama (México) ambientada en los años ochenta, trata sobre el autodescubrimiento de un joven que luego de ingresar a un club clandestino de la cultura subterránea de la ciudad, se ve envuelto en un mundo de drogas, punk y sexo.

Fotograma de  Esto no es Berlín de Hari Sama

Los documentales Untitled de Petra Costa (Brasil) y Lapü  de Juan Pablo Polanco y César Alejandro Jaimes (Colombia) son parte de la selección oficial en el World Cinema Documentary Competition, del mismo festival. Lapü  se centra en un evento particular que enfrenta su personaje principal, una indígena wayúu que tiene que exhumar los restos de su prima para realizar su segundo entierro, un ritual importantísimo dentro de su cultura. El documental de Petra Costa, aún sin título, trata sobre la destitución presidencial de Dilma Rousseff en Brasil.

Fotograma del documental Lapü de Juan Pablo Polanco cortesía de Sundance Festival

Por último, dos películas latinoamericanas serán proyectadas en el Spotlight, sección no competitiva del festival. Una de ellas es Pájaros de Verano de Cristina Gallego y Ciro Vega (Coproducción Colombia, Dinamarca y México) un drama basado en hechos reales que se desarrolla en el desierto de Guajira, en los años 60 y 70, donde una familia indígena Wayúu se ve obligada a liderar la nueva industria del narcotráfico generada por el auge de la cultura hippie norteamericana . Con ello sobreviene  el cambio inevitable de sus vidas y costumbres , poniéndolos en peligro. Abe de Fernando Grostein Andrade (Coproducción Estados Unidos y Brasil) es la segunda película de producción latina que será proyectada en el marco no competitivo de la sección Spotlight, del Sundance; la historia se centra en un chico de 12 años que crece en Brooklyn y tiene unos padres agnósticos criados en Estados Unidos por sus familias inmigrantes respectivamente distintas: una judio-israelí y otra palestino-musulmana.

Esta es una de las primeras tandas de películas latinoamericanas que ya están o irán comenzando sus proyecciones dentro del sistema de festivales de cine más importantes este 2019. Las personas aficionadas al  cine de autor un tanto atípico y desean aproximarse a él, con los títulos presentados, puede comenzar a planear su lista de estrenos independientes que ver  y seguramente recibirá gratas sorpresas.

Fuentes de referencia para la realización de este artículo:
www.sundance.org
www.filmaffinity.com