Escritores criollos en España: Deseo, memoria y tragedia en la narrativa venezolana de hoy
Ana Teresa Torres, Rodrigo Blanco Calderón y Antonio López Ortega conversaron con Juan Carlos Méndez Guédez en Madrid. Los autores reflexionaron sobre la narrativa venezolana

El pasado lunes 20 de mayo en el Instituto Cervantes, sede Madrid – España, con el título Deseo, memoria y tragedia en la narrativa venezolana de hoy se realizó una mesa redonda sobre la literatura en Venezuela. El evento contó con la presencia de los escritores Ana Teresa Torres, Rodrigo Blanco Calderón y Antonio López Ortega, bajo la moderación de Juan Carlos Méndez Guédez.
La mesa inició con una pequeña anécdota de Méndez Guédez cuando llegó a España hace más de veinte años y en las librerías era casi imposible encontrar obras de autores venezolanos: “Solo se podía conseguir algún título de Arturo Uslar Pietri y Medianoche en video–1/5 de José Balza…Sin embargo en estos momentos, de memoria, comencé a pensar qué libros se consiguen y el panorama es diferente, más positivo a cuando yo llegué en el año noventa y seis”. A partir de ahí planteó una primera inquietud: pedirle a los autores invitados algunos nombres que deberían ser conocidos y publicados en el país ibérico. De ese ejercicio salieron a relucir la pluma de Elisa Lerner, Victoria De Stefano, Gisela Kozak, Francisco Massiani, Salvador Garmendia, Héctor Torres y Rubi Guerra.
Ya en relación al tema que ocupó la mesa, para Ana Teresa Torres la narrativa actual del país se puede dividir entre escritores de adentro y escritores de afuera: “Probablemente la mirada, que es lo fundamental en un narrador, cambia, pero no la temática como el tema de la diáspora y la migración. En el caso de otros países como Cuba, los escritores dentro de la isla sufrieron censura, no es nuestro caso, los escritores no podemos publicar sencillamente porque las editoriales económicamente no tienen la capacidad. Creo que aún es prematuro pensar en el resultado de todo esto”. La autora espera que dentro de algunos años los críticos se encarguen de analizar y estudiar la producción literaria venezolana en la época del chavismo.
Por su parte Rodrigo Blanco Calderón, planteó que en algún momento el mercado editorial existió un gran interés por la novela historia con obras como Falke de Federico Vegas y El Pasajero de Truman de Francisco Suniaga, también destacó la novela Blue Label de Eduardo Sánchez Rugeles, que cristalizó la diáspora venezolana pero desde fronteras adentro. En el caso de su narrativa, Blanco Calderón manifestó sentirse identificado con la corriente de corte apocalíptico y el realismo gótico: “Hace un tiempo salió un artículo en El País donde se buscaba la gran novela venezolana sobre el chavismo, era un texto superficial y el articulista tampoco nos decía cómo era esa gran novela. El proceso narrativo, aunque se nutre de un contexto social, es un acto profundamente individual y personal, la apuesta de un autor debe ser escribir su obra de la forma más auténtica posible”. Posteriormente, explicó que a pesar de llevar varios años viviendo en el exterior –primero en Francia y ahora en España – considera que su tierra natal será el gran sustrato de sus historias: “Nadie podrá decir que los autores venezolanos no atendieron las tragedias y dilemas de su tiempo”.
Durante el transcurso de la mesa, Méndez Guédez mostró su preocupación ante la normalización del horror y la tragedia en Venezuela: “Por un lado, la tragedia es muy productiva literariamente, nos ayuda a escribir y nos interpela como ser humano, nos conmueve, nos sacude. Es muy frívolo decir que la tragedia nos ayuda a escribir, pero es verdad.”
Otros de los puntos tocados fue el deterioro del lenguaje en los años del chavismo, en este punto Antonio López Ortega resaltó el papel de los escritores en preservarlo y de hacer de la literatura un ejercicio de libertad. Además en sus palabras de cierre, rescató la lectura de la poesía como la mejor arma para enfrentar con entereza la diáspora: “A falta de territorio, tenemos el país de Cadenas, de Montejo, de Sánchez Peláez, de Yolanda Pantin que de alguna manera hacen que la orfandad no se sienta tanto”.

Vale destacar que bajo la dirección del poeta Luis García Montero, el Instituto Cervantes se ha preocupado en promover en sus espacios la literatura venezolana, recientemente se presentó la Antología Rasgos Comunes publicado por la editorial Pre-Textos y un homenaje a Juan Sánchez Peláez con motivo de la publicación de su antología poética a cargo de la editorial Visor.
Puede ver la charla en este enlace: