“Fotomatón”, una autopsia nacional en 9 innings
José Gregorio Martínez, discípulo de Gustavo Ott, lleva el monólogo desde 2004 y asegura que "cada función es como un estreno"

La dramatugia de Gustavo Ott refleja al espectador y lo golpea. Un actor, un monólogo y siete personajes crean una pieza que ahonda en las penas de una sociedad que reprime, juzga y valora poco; pero, que a pesar de las adversidades, encuentra una salida triunfal y se sabe reír de la desgracia. Se trata de Fotomatón, actualmente en la cartelera de la Fundación Celarg.
La pieza de teatro escrita por el periodista y dramaturgo venezolano Gustavo Ott (Tres Noches para Cinco Perros, Juanita Claxton, entre otras) fue estrenada en 1999 y un año más tarde participó en los festivales de Teatro de Mallorca y de La Palma en Gran Canaria. También se montó en Francia, dirigida por Michael Didym, en Nueva York por la Iata Theater y en la Fundação Cultural de Curitiba en Brasil; lo que da cuenta de su carácter universal.
Aquí en Caracas, el responsable de darle vida a los siete personajes es José Gregorio Martínez. Desde 2004, siempre bajo la dirección de Ott, el actor escenifica en tarima la historia de cómo vivir el duelo de un beisbolista asesinado. Son nueve innings en los cuales el espíritu se aparece para relatar lo que pasó tras su muerte. En la pieza, la comicidad juega un papel fundamental: hacernos reflexionar con la cadencia de una sonrisa; pero al mismo tiempo, un actor se desvive en escena y logra mirarnos a los ojos para decirnos lo mal que estamos.

“Fotomatón habla de la indolencia y de la muerte. Cada vez somos más insensible. Cada vez la muerte nos afecta menos. La pieza es una bofetada al público, es preguntarle ¿no te duele? ¿por qué reprimes tus emociones?”, dice Martínez, quien tomó el monólogo desde que se inició en la actuación en el teatro San Martín, donde conoció a Ott, y ha estado remontando la pieza por casi 20 añosde manera intermitente.

“Una de las cosas que siempre quería Gustavo Ott como director era que los actores rompieran con la cuarta pared, ‘rompe tu ficción, rompe con la teatralidad’, decía. Eso hace que la pieza y mi actuación sean más creíbles”, explica a Esfera Cultural. Al referirse a los constantes distanciamientos que hace durante la puesta en escena, el intérprete refiere que de esta manera el público se convierte en el “segundo actor en la pieza”. Para él, la reacción es fundamental.
Martínez ha participado en montajes como Penitentes, Quizás y Las mujeres sabias. Obtuvo el Premio de la crítica Avencrit en 2014 como mejor actor y en 2015 fue reconocido por la crítica teatral venezolana con el galardón Marco Antonio Ettedgui.
Tantos años representando el monólogo han permitido que conozca la pieza a la perfección lo que le abre la posibilidad de jugar y vivir de otra forma la obra. “Yo interpreto al momento y cada función es como un estreno, como si fuera la primera vez, nada mecanizado. De esa forma me aseguro de que el público agudice su sentido crítico y realmente logre conmoverse”, apunta el intérprete. Para este año, el arte multimedia le dio un plus al montaje.
“La idea es que el público se identifique un poco más con lo que está viendo a través de las proyecciones”, dice el actor al respecto. Pero no solo hace referencia a los centenares de imágenes que se proyectan durante la función, sino también a la música y a un juego de luces que se vuelve determinante para el montaje.
Fotomatón se presenta desde el 24 de febrero hasta el 26 de marzo en la sala experimental de la Fundación Celarg, ubicada en Altamira. Las funciones son de viernes a sábados a las 7:00 p.m. y los domingos a las 6:00 p.m. Las entradas tienen un costo de Bs. 2.000 y están a la venta en las taquillas del teatro o por www.solotickets.com.