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Guasón / Joker: No es el único malo

Pablo Abraham, periodista conocedor del cine en profundidad, establece en este artículo las variables que hicieron de la película Guasón/ Joker un rotundo éxito. Parte de la taquilla , refiere los antecedentes actorales de Phoneix y el vínculo cinematográfico entre Todd Phillips y Martin Scorsese , sin descuidar el núcleo de la trama del film.

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La fiebre por Guasón / Joker continúa. Según los últimos reportes a la fecha, entre nosotros,la cinta lleva ya unos 180.000 boletos vendidos en tan solo 10 días de exhibición, un excelente desempeño en un mercado tan golpeado por la crisis actual que perdura en el país. En el resto del mundo ya supera los $500 millones de recaudación. Un triunfo en toda regla que muchos quisieran alcanzar: de público y, por supuesto, de crítica (León de Oro en Venecia, y posible candidata a varios premios de la academia de Hollywood, BAFTA y demás. Un acontecimiento para nada extraño en la historia de la industria cinematográfica americana pero que hacía bastante tiempo no sucedía.

Y esta gran acogida no debe sorprender a nadie si nos referimos tanto al director, Todd Phillips –responsable de la exitosa saga ¿Qué pasó ayer?, como a su admirable protagonista, Joaquin Phoenix, quien ha venido asombrándonos desde hace ya bastante tiempo. Desde aquel perverso y malvado Commodus de Gladiador (Gladiator, 2000), rol que le reportó su primera nominación al Oscar y permitió fijarnos en él; sin olvidar por supuesto su estupenda encarnación del legendario Johnny Cash en Johnny & June: Pasión y locura (Walk the Line, 2005), su segunda nominación al Oscar, esta vez como Mejor actor principal; nominación que vuelve a obtener por su inquietante Freddie Quell de The Masters (2012); o el sencillo escritor de cartas, Theodore, que se enamora de una operadora de sistemas; o el atormentado profesor de filosofía de Un hombre irracional (Irrational Man, 2015), de Woody Allen, cuya vida recibe un inesperado  giro al relacionarse con una de sus alumnas.

Las dotes y la trayectoria del reconocido actor lograron llevar a la pantalla un personaje que al parecer cautiva y atemoriza al espectador al mismo tiempo.

Y podríamos seguir enumerando la capacidad de Phoenix para transformarse en el personaje que determinado guion y/o director establezcan, hasta llega a este Guasón, sin dudas su mejor interpretación  en tanto las exigencias para llevarlo a cabo, incluyendo la pérdida de peso y su risa sacada de videos de personas que sufren de risa patológica. Y en un momento de dificultades en el cual nuestra cartelera recibe cada vez menos propuestas que no sean comerciales, Guasón / Joker es también uno de los títulos más interesantes, por suerte, exhibidos en nuestras salas en este año 2019.

Más allá de encadenarse con el recurrente cine de superhéroes que ha privado en Hollywood en estos últimos años, Guasón / Joker más bien toma distancia del mismo pues el film no está construido para el lucimientos de efectos visuales o para volver a ver las destrucciones abundantes en este tipo de películas, junto a las pleyades de estrellas que desfilan en cada una. No es tampoco una ‘spin off ’  o una precuela diseñada para sacar jugosas ganancias. El film se centra en un único personaje, Arthur Fleck,  un individuo que intenta cumplir su deseo de ser payaso, de “hacer reír a la gente”, y el argumento narra los obstáculos que el mundo, o más específicamente, la sociedad en un principio, le pone en su camino: indiferencia, ausencia de solidaridad y, sobre todo, violencia. Es Gotham City antes de la aparición del Hombre Murciélago, un superhéroe  destinado a luchar contra la criminalidad que se apoderará más tarde de esa ciudad oscura y, a todas luces, deprimente. No obstante, el germen del citado superhéroe está tocado tangencialmente, nunca convirtiéndose en el verdadero centro de atención.

La película Guasón/Joker se realizó con un presupuesto de 50 millones de dólares y ya  recaudó 500 millones.

A la par que Arthur es víctima de la violencia, el film muestra además el tormento interno sufrido por su pasado reciente que se conecta con su presente descorazonador. En este sentido, el guion, coescrito entre el propio director Todd Phillips y Scott Silver, va construyendo intencionalmente ciertos pilares alrededor del protagonista, los cuales sirven como aparentes contenedores de su definitiva caída, solo para decirnos finalmente lo falso o lo frágiles que son: su relación con su madre a la que cuida primorosamente; la que entabla afectivamente una relación con su vecina; su primigenia admiración hacia Murray Franklin (Robert De Niro), el presentador del programa de televisión…  La verdadera naturaleza de esos pilares trágicos, contribuye literalmente a su  “descenso” al infierno, que es al mismo tiempo, la aceptación de su verdadera condición de individuo con capacidad de ser un despiadado y frío victimario, y además ser objeto de admiración por parte de la masa.

Es particularmente notoria la manera en que Phillips ilustra la definitiva transformación del personaje. Si bien lo vemos en dos ocasiones subiendo las escaleras, en tomas brumosas o bajo la lluvia, llevando como quien dice “su procesión por dentro”, posteriormente, esta especie de “salida del closet” la realiza, por el contrario, descendiendo esas mismas escaleras ya con una vistosa y colorida vestimenta, acompañada de unos pasos de danza más estilizados.

La sociedad está tan enferma como el personaje de Guasón / Joker .Así lo plantea Phillips en su película y Pablo Abraham lo explica en el texto.

El discurso social y político de Phillips es muy evidente y, por demás, sorprendente en una película de Hollywood de hoy. No solo hay locura en el personaje, lo muestra, sino también la sociedad está enferma y los políticos se ven incapaces de hacer frente a ese síntoma o a esas manifestaciones. Y a pesar de que la película se sitúa en los años 80, Guasón / Joker existe para recordarnos de forma muy evidente el mundo en que vivimos hoy en día, uno en el cual la intolerancia, el extremismo y la violencia no cesan de dar la batalla cada día.

¿Quién no ha experimentado algún tipo de injusticia? ¿Quién no ha sentido en algún momento que no ha sido valorado en su justa medida? ¿No llevamos todos a fin de cuentas nuestro Guasón muy adentro capaz de salir a flote en cualquier momento? Son estas las preguntas que me hago al ver este film más allá de si fomenta o no la violencia, pues creo que son las mentes conservadoras las que lo descalifican con este argumento. Phillips en definitiva se acerca a un estudio del alma humana, o mejor dicho de lo peor del alma humana, y de lo que ocurre cuando el sentido gregario de los humanos no está funcionando del todo bien.

El elemento social de la película se desvela aún más cuando el director ha dicho haberse inspirado en cintas como Taxi Driver (1976), Raging Bull (1980) o The King of Comedy (1983), las tres de Martin Scorsese y las tres justamente interpretadas por Robert De Niro.  Ciertamente, Arthur Fleck/Guasón es equiparable al Travis Bickle de la primera cinta, no solo porque este último es una especie de implacable justiciero de la carroña que le rodea, sino además por ser un ejemplo del lado más perturbador y oculto de ese “sueño americano” del cual se hablaba tiempo atrás. En el caso del film de Phillips, esas equivalencias lo son no solo de Gotham City, sino de buena parte del mundo en general, y Guasón quizás sea el ejemplo más perturbadoramente ilustrativo del dicho: “En el país de los ciegos, el tuerto es rey”.