Jesús Moreno: Esta muestra es un poco vivir/escapar de la utopía
Moreno- Granados invita a los espectadores de su exposición, a construir puntos desde los cuales pueda re construir la escucha y la mirada con las cuales percibir la realidad

En marzo del 2017 a los 36 años de edad, el escultor Jesús Moreno-Granados culminó su maestría de Educación Artísticas en Colombia y cumplió con todas las etapas de estudio previas. Egresó de la Cristóbal Rojas en Caracas en 1998 y en el 2000 ingresó a la Armando Reverón de Unearte. Aquí tuvo el título de licenciado en Bellas Artes mención escultura y su trabajo de grado “Compendium” que realizó con el acompañamiento académico de Antonieta Sosa, recibió una mención de honor y de publicación en el 2007.Luego estudió un postgrado en Arte Sonoro en la ciudad de Barcelona en Cataluña,España.

–Digamos que tengo una formación sustentada en artes y oficios – dice el escultor sobre sus estudios – en una práctica artística como hacer manual, como reflexión y esa reflexión me ha llevado a un trabajo de investigación que tomará forma en mi tesis de la maestría y que tiene que ver con la escucha entendida como una práctica fundamental de la enseñanza y de la vida de los artistas en su diario qué hacer.
–¿Cuáles han sido sus hallazgos en relación a la escucha del artista?
— Si me he dado cuenta que en el caso de la escultura hay una escucha que se construye desde el ruido propio del taller y de estar inmerso a ese ruido , lo cual se contrapone a una necesidad de silencio muy importante que tiene el escultor.
– De mi trabajo y la reflexión sobre la escucha que realicé en la maestría de educación artística que realicé en la UNAL en Bogotá – señala Moreno-surge la propuesta de entender la escucha como una construcción y por ello como comprensión de los procesos de pensamiento/ Acción / investigación con los que trabaja el artista desde diversas disciplinas y la relación que tiene el hacer y el escuchar en la práctica profesional y la enseñanza del arte.
— Yo llevo cinco años viviendo en Bogotá – cuenta Jesús Moreno quién nació en Caracas – tengo mi taller allá. Fue un proceso bonito. Me fui en el 2006 a España, volví a Venezuela y hace cinco años me mudé a Bogotá. Tuve que mudar todo un taller de escultura , cargar un montón de kilos de sobre peso, trasladarlo a otra ciudad, meterlo en un espacio y pensar sobre cómo empiezo a hacer funcionar ésto. Al mismo tiempo sé que el taller de arte es una -relación de relaciones- y es también es una construcción de escucha, por eso siempre me preguntaba :¿cómo suena esta ciudad y cómo suena mi vida aquí? Las primeras piezas que salieron del taller son las tridimensionales que aquí exponemos.
–-Lo primero que se observa del conjunto de sus obras es que tienen poco color. ¿Por qué?
— Yo creo que es una consecuencia de haber hecho un trabajo muy colorista durante una época. Cuando tenía entre los 16 y 18 años hacía una pintura muy punk, muy estridente y yo creo que la misma práctica como le comentaba va decantando y uno empieza a escuchar otras cosas y a ver otras cosas y la paleta de colores va como bajando. Yo creo que uno soltando cosas y se queda con lo esencial.

— Sobre el tema de su exposición que se llama I/O ,Jesús Moreno Granados expresa: “ Es un conjunto de esculturas que el curador Miguel Miguel García nos propuso situar juntas en una gran instalación, entonces vemos acá una bandada de pájaros que también puede ser un banco de peces. En todo el conjunto hay cosas muy orgánicas que sugieren un cuestionamiento de la densidad del medio donde se mueven.
— Las esculturas – continúa su autor – están hechas a partir de una estructura en hierro acero y luego resina de poliéster y madera. En ningún caso hay moldes.
–¿La idea es dar un mensaje ecologista?
–Digamos que hay un componente de biofilia. Uno sabe que está viviendo en una naturaleza muy tecnológica que nos está construyendo capas de realidad y la idea del montaje es un poco construir una forma de ver y escuchar a las otras personas o a las otras especies. En la presentación de la obra creo una situación en la que estamos dialogando con nuevas especias que dependen del hecho tecnológico.

— ¿Estas esculturas son futuristas?
— No. La propuesta maneja la idea de tiempo- espacio, materia, pensando como esa trilogía está configurando una comprensión de la realidad y cómo ponemos esa construcción en duda, a través de una actividad , de una construcción de mirada y escucha y cómo vamos a poner en duda esa realidad que nos está diciendo; “ esto es verdad”.
— Siento por el carácter de las obras que tienen muchas lecturas y además están inconclusas que el planteamiento de fondo es: ¿quiénes somos y hacia dónde vamos?
— Yo creo que la pregunta de explicarnos el cómo y hacia dónde vamos es una cosa muy complicada y yo no me quiero meter con eso – expresa el artista – pero mi invitación es a mirar cómo estamos haciendo lo que estamos haciendo y cómo vivimos la vida.

— ¿ Cual es propósito de esta instalación de gran impacto?
–Una de las intenciones es situar la obra como un gran reflexivo entre quien percibe y quién propone y abrir un diálogo.
— En sus esculturas le rinde culto a la belleza?
— La belleza y la estética son de las cuestiones más tradicionales del arte. La belleza y la estética fueron una de las últimas cosas por las cuales me preocupé . Desde el mismo oficio y la misma práctica y el trabajo manual surge una experticia que busca un acabado porque la construcción te está diciendo algo. Como estética yo diría que en algunas de las obras hay una relación con la arquitectura y el diseño industrial con todo el tema de estructura urbanas va saliendo y viene de mi experiencia de vivir en varias ciudades.
–¿Hay una escuela o corriente de arte que podría albergar su expresión artística?
Formalmente tiene que ver con el neo plasticismo pero yo creo que hablar de ismos es desfasado en nuestro tiempo.
–¿Dónde está el hombre en esta exposición?
–El hombre está detrás de todo eso. Y es pensar cómo escucho al hombre que está ahí o frente a eso.

Sobre una serie de trabajos de carácter urbano que presenta Moreno- Granado en su exposición I/O en Espacio Monitor que permanecerá abierta al público hasta el 16 de diciembre, el artista explica que se trata de intervenciones de edificaciones o paseos emblemáticos de Caracas o Bogotá que pueden estar al lado de otras construcciones que no existen en realidad porque él las hizo con la computadora. Son experiencias de lugares donde se ha vivido que se están desdibujando. Es recordar una ciudad que se fue, es construir una que no está, es un poco interrogarse sobre que es habitable y qué no es habitable, es un poco vivir una utopía y es poco escaparse de esa utopía.