Juan Carlos Escotet: El fotógrafo que honra su profesión lleva por dentro un nervio encendido (1)
El presidente de Banesco Internacional , Juan Carlos Escotet en su discurso de presentación de " Nuevo país de la fotografía", puso el énfasis en la mirada única y diferenciadora de los fotógrafos profesionales. "Ellos están en una búsqueda constante, dan pasos adelante, no se conforman, no se entregan, despliegan sus sensibles talentos"- dijo el prominente economista..

El miércoles 4 de diciembre del 2019, por la tarde, en el auditorio Fernando Crespo Suñer de Banesco, ocurre algo insólito. Y es que un grupo numeroso de fotógrafos, profesionales que normalmente están junto a la audiencia, al término del acto, suben festivamente al escenario porque esta vez ellos son los protagonistas de la foto de portada, al tiempo que gran cantidad de pétalos de rosas rojas, dan vueltas en el aire, antes de caer sobre el libro que se bautiza y que se llama Nuevo país de la Fotografía de la Colección “ Los Rostros del Futuro” editado por la Vicepresidencia de Comunicaciones y Responsabilidad Social de Banesco y la Fundación ArtesanoGroup.
En la presentación del libro. se proyectó en pantalla un video en homenaje a los 25 fotógrafos seleccionados para la edición con un secuencia de imágenes. Una voz de fondo, aportó información sobre el volumen de 600 páginas que se editó. Por ejemplo, mencionó la intención de la colección que es destacar el talento emergente venezolano en todas las disciplinas culturales mientras que en el caso de la fotografía el objetivo fue explorar esta expresión que se arraiga en el siglo XX en Venezuela y fluye en tres corrientes; una clásica que pone el énfasis en el revelado, la segunda que añade técnicas y procedimientos ligados a las nuevas tecnologías y una tercera que busca alianzas con otras disciplinas artísticas para producir resultados más novedosos y estéticos.
-25 nuevos profesionales de la fotografía nacidos todos, desde 1980 en adelante,se reúnen en esta edición -dice la voz – dan cuenta de una generación sólida, madura, cosmopolita que se abre camino en suelo propio, y a la par, en distintas geografías, ganando distinciones y premios y proyectando la imagen de un país que lucha por sobrevivir. Si bien en la historia de la fotografía venezolana tuvimos como precursores a nuestros grandes maestros y desde los años 60 a una pléyades de profesionales de primer orden, este compendio confirma que la tradición se mantiene y que los niveles de exigencia no desmerecen .

Juan Carlos Escotet, Presidente de la Junta Directiva de Banesco. Transcripción de su discurso de presentación de Nuevo País de la Fotografía.
–– De todos los libros que integran la serie Nuevo País de … dedicados a las generaciones nuevas e intermedias de artistas, probablemente en ninguno es tan palpable como en éste,el vertiginoso tiempo de cambios en el que estamos inmersos. Mientras entre músicos, escritores o pintores, por ejemplo, abundan aquellos que continúan produciendo sus obras básicamente con los mismos instrumentos y procedimientos a lo largo de los años y las décadas recientes, la práctica de los fotógrafos se ha vuelto radicalmente distinta. La inteligencia artificial ha adquirido, en la mayoría de los casos, la condición de realidad inseparable del hecho fotográfico. Los equipos han ganado extraordinarios atributos en cuanto a la velocidad, manejo, capacidad, versatilidad de las lentes y en cuanto refiere a la morfología, reportabilidad y la sofisticación de las cámaras. En la especialidad de los fabricantes de equipos para hacer fotografía, se ha producido una revolución. Desde que Steven Sasson de la empresa Kodak, inventó la primera cámara digital en 1975, un voluminoso,pesado y lento artefacto, lo ocurrido desde entonces ha escapado a cualquier previsión.Cuando hace poco más de dos décadas, en 1997 Philippe Kahn hizo confluir en el mismo aparato, tecnología de comunicación telefónica y tecnología para la captura de imagen, tampoco imaginaba el torrente que desataría.
En efecto, cuando finalice este 2019, la población mundial alcanzará aproximadamente la cifra de 7 mil 800 millones de personas. De este total abrumador, la mitad tiene al menos un teléfono inteligente. Eso quiere decir que más de 3 mil 600 millones de personas viven sus horas de vigilia con una cámara fotográfica en la mano o en el bolsillo, lista para ser accionada. De acuerdo con distintas estimaciones realizadas en el 2018 , un promedio de 71% de los usuarios de teléfonos inteligentes, lo utilizan como cámara fotográfica a diario. Entre los más jóvenes los usos crecen a tasas geométricas, las estadísticas respecto a los menores de 20 años. señalan que ellos hacen un promedio de 12 a 15 fotos a la semana y aunque el género selfi ocupa un lugar principal en los resultados de las investigaciones, la fotografía urbana, los grandes y los pequeños asuntos de las ciudades, encabezan el interés de los usuarios, pero. el número de personas que disparan sus cámaras fotográficas desde tabletas, laptop, almacenadores y reproductores de música y teléfonos móviles, crece cada día en la cuantía de millones de millones. Cuando se piensa que solo en Facebook y en el Instagram, se publican respectivamente más de 250 mil y 70 mil fotografías,en cada segundo, cabe preguntarse: ¿ Es que un posible gremio planetario de los fotógrafos, podría tener alrededor de los 2.500 millones de miembros? ¿Acaso la digitalización del dispositivo fotográfico ha producido, un crecimiento desordenado,casi incontrolable, en la especie humana de los fotógrafos? Por fortuna, creo que la respuesta a estas dos preguntas es no. Entre simplemente hacer uso de una cámara digital y alcanzar el estatuto profesional y creativo del fotógrafo, median ciertos requisitos que son ineludibles, pero aun así es evidente que está en desarrollo un salto demográfico, puesto que las cámaras fotográficas se han vuelto un bien cada día más accesible. El auge de lo fotográfico es de tal magnitud,que se ha proyectado hacia su pariente más próximo, las artes visuales, pero también hacia las artes escénicas, los géneros literarios, la investigación en los campos de las ciencias sociales , el pensamiento filosófico,la creación musical, la política y la ciencia gerencial. Nada ya transcurre en el mundo que no esté asociado a la maravilla de la lente fotográfica. Hemos llegado a un punto de la civilización donde el hecho fotográfico ha perdido su carácter excepcional y está presente de forma simultánea en todos los planos de la vida cotidiana, en el territorio de los asuntos públicos y como factor determinante en los más importantes desarrollos científicos en curso. Cada vez más, con pequeñas y sofisticadas cámaras fotográficas, se están produciendo enormes avances en el conocimiento del interior del cuerpo humano y por otra parte, con cámaras satelitales asociadas a las computadoras, los científicos han ingresado en una fase de comprensión al doble fenómeno del origen del Universo, y según sabemos ahora, de su indetenible expansión. En otras palabras, las lentes fotográficas están en la vanguardia instrumental con la cual se está expandiendo el conocimiento de la civilización.

El fotógrafo profesional a diferencia del impulsivo usuario de un teléfono móvil, tiene una mirada suya, peculiar, un modo de ver diferenciado. Una tonalidad que con el paso de los años se va haciendo cada vez más reconocible. Hasta que asciende a la recompensa , que es la mejor recompensa que puede recibir un creador, la de ser reconocido al primer vistazo por parte del espectador o del lector. Otro dato fundamental; el fotógrafo que honra su profesión, lleva por dentro un nervio encendido ,una inquietud, el está en una búsqueda constante. Tiene un proyecto documental o artístico. Una forma determinada de aproximarse a los hechos o de crearlos, no circula de forma desprovista, porta una intuición, persigue una idea, lo anima una necesidad interior que lo diferencia del amateur y también de sus colegas.
Toda la riqueza que cabe esperar de una antología de fotógrafos venezolanos, con las más altas expectativas, está ordenada en este “Nuevo país de la fotografía “, quinta entrega de la serie, que ha sido precedida por publicaciones físicas o digitales de títulos también temáticos, dedicados a los músicos, escritores,cineastas e artistas visuales,con edades comprendidas entre los 20 y 40 años de edad. En cada uno de estos fotógrafos está presente de forma notoria esa facultad de ver lo que de forma corriente, los demás no vemos. El fotógrafo de vocación documental tiene algo de malo, nos muestra ajetreado de nuestra misma realidad, datos, hechos o paisajes que pasan desapercibidos a nuestra mirada inexperta, en otros, que asumen la fotografía como una variante de las artes visuales, es patente la creación de escenas que nos interroguen con sus propuestas de insobornable carga estética. Este libro ofrece las historias de 25 fotógrafos entre los 28 y 40 años de edad. En el caso de los más jóvenes se trata de relatos esencialmente provisionales puesto que es muy probable que con el paso del tiempo se produzcan cambios en sus vidas e intereses profesionales. Y pese a sus incontestables deferencias, algunos están más próximos al reporterismo, otros han problematizado la frontera entre arte y documento, son evidentes algunos elementos en común; comparten un amplia conciencia técnica de sus instrumentos de trabajo, y sobre el modo en que la realidad se proyecta en el mismo, están concentrados en su respectivas interrogantes profesionales y creativas y lo parece una cuestión determinante, tienen con su oficio una relación de cultivado sedimento. Pues en los datos de vida que están contenidos en las entrevistas publicadas, son sintomáticos de este primer trecho del siglo XXI los siguientes: precocidad frecuente, viajes y desplazamientos ,vaivenes y el encuentro afortunado con uno o varios maestros. Los testimonios son de una llamativa franqueza, a diferencia de tantas otras personas de las generaciones más jóvenes, entre los 25 fotógrafos muchos lograron encontrar su vocación a una edad temprana. Hay algo en estas historias que hablan de persistencia y superación emocional y nos aproximan a esa mirada única y diferencial del fotógrafo. El otro gran factor que tienen en común estos 25 fotógrafos, es que han crecido o ingresado a la adultez en este revuelto y crítico siglo venezolano y ellos son, si me permiten la expresión, hijos de la crisis, testigos del colapso generalizado. Personas a las que le ha tocado avanzar en un entorno mucho más complejo y desafiante que el experimentado por los fotógrafos que les precedieron.
En los últimos años, donde quiera que voy, se me imponen los potentes relatos, de civilidad y ciudadanía que venezolanos que dentro y fuera del país, luchan y ponen en marcha sus proyectos. Dan pasos adelante, no se conforman, no se entregan, despliegan sus sensibles talentos. Más allá de los específicos propósitos de ofrecer una antología que muestra el trabajo de 25 fotógrafos, Nuevo país de la fotografía, viene a sumarse aunque esa no sea su finalidad, a la corriente de resistencia que hoy se disemina en Venezuela. Hacer, trabajar, emprender nuevos caminos. Establecer puntos de partida y de llegada. Elegir trayectorias de acuerdo a nuestras específicas posibilidades son formas de perfeccionamiento y esperanza y ambas, esperanza y deseo de perfección, horizonte y disciplina, metas y persistencia,son atributos de la cultura democrática que queremos construir en nuestra amada, Venezuela. A lo largo seguro de los próximos años.

Antonio López Ortega, compilador de Nuevo país de la fotografía
– Muy buenas noches a todos – expresa López Ortega cuando aparece en la pantalla en un video realizado por ArtesanoGroup en Madrid – me complace muchísimo compartir aunque sea desde la distancia, este acto dedicado a la nueva fotografía venezolana en este volumen de la colección Los Rostros del futuro . El Nuevo país de la Fotografía, es el quinto de la serie, ha reunido 25 fotógrafos , todos nacidos desde 1980 en adelante, escogidos a su vez, por un importantísimo comité de selección, conformado por 20 miembros; críticos, curadores,investigadores, académicos de la fotografía venezolana y también acompañados por el grupo de periodistas y retratistas que hicieron todo el levantamiento de los estupendos retratos de estos fotógrafos y de los portafolios que estamos incluyendo en cada una de las entrevistas.
-Es un libro extraordinario que nos reconcilia con lo mejor de la fotografía del momento – continúa el escritor López Ortega- pero que también nos da una idea de lo que ha sido este género de la fotografía que realmente crece muchísimo en el siglo XX y sigue creciendo en este siglo XXI. De estos 25 autores, 10 trabajan en el exterior y los otros 15 en Venezuela, ésto también forma parte de lo que es el mundo de la relación cultural en Venezuela , con creadores en toda partes del mundo y no solamente en el país, todos realmente muy comunicados y todos en una interacción permanente. Me gusta también pensar que con Los Rostros del Futuro, y con este quinto libro, se agrega la fotografía a las disciplinas de la literatura, del cine,de las artes visuales, dela música que hemos hecho previamente y creo que ya puede hablarse, en relación a esta colección, como de uno de los grandes mapas de la cultura venezolana que se ha realizado y creo que esta colección va a dar mucho mucho de que hablar ,no solamente ahora sino a futuro, cuando podamos volver nuestra cara hacia este momento tan convulso para el país, y reconocer que pudimos preservar memoria de la creación cultural del momento.De manera que yo creo que esta es una colección con una enorme fuerza documental.
-En cuanto a la fotografía – concluye – creo que son tres los grandes ejes que desarrollan estos artistas y no difieren mucho de lo que pasa en el mundo. Una línea,tiene mucho que ver con los procesos más clásicos de revelados, de laboratorios. Es la fotografía más pura y muchos de estos autores la desarrollan. Otro eje, plantea la relación de la fotografía con los medios digitales y el tercero podríamos decir que es la relación que la fotografía establece con otras disciplinas, las artes artes visuales,la arquitectura y también con la literatura. Estas tres tendencias las vamos a ver muy bien en el libro y hablan de la riqueza y profundidad del trabajo. Para finalizar Antonio López Ortega, agradece y felicita a todo el equipo de Artesano Group que hizo posible la joya editorial que es Nuevo país de la fotografía.