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La descarga musical de Rubén Machaen

Soundtracks (Rocolas que no existen), de Rubén Machaen (Editorial Ígneo, 2017), marca el inicio del joven periodista en la narrativa

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El tema musical Roland The Headless Thompson Gunner, del cantautor estadounidense Warren Zevon (1947-2003), inspira el mundo narrativo que se despliega a lo largo de los nueves relatos que componen Soundtracks (Rocolas que no existen), de Rubén Machaen, recién publicado por la editorial Ígneo. La canción trata sobre un luchador idealista que, armado con una metralleta Thompson, se une al conflicto bélico desatado en las peligrosas tierras del Congo.

El primer relato, Bitácora del poco honorable (p.11), introduce al lector en la leyenda de Roland Merks, un miembro de las Fuerzas Especiales de la Forsvaret (grupo elite del Ministerio de Defensa noruego), que emprende junto a otros mercenarios una cruzada heroica por los pasajes del África ecuatorial, para terminar traicionado y asesinado. La historia sirve de prólogo para los sucesivos relatos.

En la personificación de un peligroso delincuente, estalla una revuelta que ocasiona destrozos y varias pérdidas humanas. Ángel, un reportero gráfico, capta la imagen de un arma de guerra en medio de la refriega: una metralleta Thompson ¿Se trata del arma que perteneció a Roland Merks? y si es así ¿cómo llego el arma a las manos de un delincuente común? Aquí comienza el juego ficcional del autor, cada relato se transforma en capítulo, lo fragmentario se diluye y forma una continuidad.

Machaen, como autor, se vale de personajes que lo emulan: periodistas en el ojo del huracán, siempre atentos a la noticia que los llevará a la notoriedad. También desarrolla figuras apasionadas, soñadores que deben afrontar la realidad en un abrupto despertar.

El libro está repleto de referencias literarias y musicales. Se mencionan obras de Julio Cortázar y de los poetas venezolanos, Eugenio Montejo y Rafael Cadenas. Por el lado musical, las historias están situadas en la década de los años ’80 y principios de los ’90; de esta manera el autor sostiene, página a página, muestras de admiración y respeto por dos emblemáticos grupos de rock venezolano: Sentimiento Muerto y Dermis Tatú. También se honra la memoria de Rockadencia, uno de los programas radiales más populares del género en el país.

Los relatos no dejan de ser interesantes, pero ciertos episodios se tornan repetitivos: una y otra vez aparecen los mismos desmadres realizados por los personajes, difiriendo únicamente en la locación. Otro punto discutible son los diálogos poco efectivos: todos los personajes hablan de la misma forma. El exceso del uso de modismos para señalar la generación a la que pertenecen los personajes resta carácter a las voces.  Por otro lado, aunque se presenta como un libro de relatos, los mismos abandonan su autonomía a partir del tercer cuento. El juego de puentes y conexiones que el autor realiza entre ellos, transforman al conjunto de historias en un solo bloque indivisible.

Machaen trabajó para los periódicos de circulación nacional Tal Cual y El Mundo en las secciones de arte y cultura. También se desempeñó como reportero y coordinador editorial de la revista Exceso. Muchos de sus reportajes han salido en medios extranjeros como el diario El Espectador que circula en Colombia; otros de sus escritos han sido publicados en el portal de periodismo digital Mexican Times y el magazine web ViceVersa. Actualmente es coordinador del área de comunicación organizacional en Kybernus, una asociación civil ubicada en México.

Soundtracks (Rocolas que no existen), es el comienzo de un narrador entusiasta.