La experiencia del café en Caracas
Con su aroma capaz de integrar mil olores, el café es una bebida significativa en toda sociedad y desde la antigüedad.

Nanco Francis , el emprendedor fundador de “Aroma di Caffé”, decidió celebrar el quinto aniversario de su espacio y presentar la nueva línea de diseño gráfico sobre objetos utilitarios, “Aromas de Caracas”, con una concurrida rueda de prensa en vísperas del 451 cumpleaños de Caracas, contexto que define esta iniciativa gastronómica –cultural.
Asombra el entramado de aspectos que rodean la experiencia del café y que los promotores del evento compartieron en la Sala Cabrujas de Los Palos Grandes, desde el descubrimiento de la planta en Abisinia en el 300 D.C. a los 1000 olores que determinan su aroma, los métodos de preparación del café y hasta temas filosóficos como la pertenencia y trascendencia del hombre hasta después de su muerte, eso sí, previa degustación de un exquisito sorbo de espresso.
En el foro, Francis Nanco reveló que inicialmente se ocupó en crear un espacio en el Centro de Caracas donde ofrecer distintos métodos de preparación de café ; uno es el café turco, otro se obtiene con la prensa francesa o la cafetera AeroPress y están todas las recetas que derivan de la máquina de café espresso; cappuccino, latte, marrón oscuro, con leche claro, el tetero, el Obama, el Americano y el especial guayoyo con la manga.

Muy pronto Nanco se dio cuenta que el café tiene significados que atañen a la familia venezolana, a nuestra identidad, a los afectos y las ideas que comparten las personas con el café, tantas costumbres e inclusive se percató que en Caracas, la hora del café es de 3 a 4 de tarde pero se cuela hasta de noche. Llegó a la conclusión que si la UNESCO declaró el café turco,Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, debería hacer lo mismo con el guayoyo criollo.
Relata el emprendedor que con la ayuda de familiares y amigo comenzó a hacer alianzas y a amplió su área con un día en el Mercado de Chacao, prestó servicio en barras móviles de café y con el artista Misael Carpio crearon la línea “Aromas de Caracas “ en la que conjugaron su predilección por el café, el arte y Caracas. Se trata de una serie de objetos utilitarios; tazas, bolsos, franelas , con diseños únicos de edición limitada con certificado de autenticidad , proyecto que apenas comienza.

El profesor Víctor Moreno conocedor en profundidad de la historia del café en la introducción de su charla sobre el tema, habló de la sinergia que existe entre la gastronomía y el arte en una relación dada especialmente en las tazas diseñadas por Carpio en la serie “Aromas de Caracas” y luego discurrió sobre la alegría de vivir y asimismo sobre la finitud de la vida y la necesidad que tiene el hombre de trascender a la muerte una vez que el propósito del trabajo de un emprendedor o de la creación de un artista y de todo ser humano que es pertenecer a un grupo y trascender.
Relató , entonces, una conversación que tuvo hace tiempo con una persona quién le aseguró que en la vida se muere tres veces. “ La primera cuando se muere. La segunda es una costumbre de los Goajiros. Ellos entierran a sus muertos y los desentierran diez años más tarde. Recogen los huesos , los colocan en una vasija y los vuelven a enterrar. La tercera muerte que es la definitiva es cuando nadie te recuerda y por eso es importante tener una obra realizada que trascienda”, concluye el docente.
Para reforzar y ampliar esta idea, el reconocido estudioso de varias disciplinas, refirió algunas conversaciones que sostuvo con Juan Félix Sánchez, Premio Nacional de Artes Plásticas 1989, artífice de Las Capillas de Tisure cuando lo visitó con un padre jesuita en esos parajes apartados. Un día le preguntaron a Juan Félix Sánchez por qué no ponía, cemento o yeso para adherir las piedras con las cuales edificó las capillas.
–Yo no coloqué cemento – dijo Sánchez- porque cada piedra tiene pareja y lo único que hay tener son buenos ojos para ver qué piedra se casa con la otra piedra.
A la pregunta sobre por qué construyó las capillas el sabio constructor respondió : “ Manque sea, porque donde uno pasa debe dejar rastro y debe dejar huella”. Esta frase sintetiza el concepto señalado anteriormente sobre la necesidad de trascender que tiene el hombre, indica el profesor Moreno.
Ya entrando en la historia del café el experto en la materia afirma: ” El fruto seco se origina en Abisinia en Etiopía y de allí pasa a la península arábica, se hace muy fuerte en Yemen y en el siglo XVI fue a Europa. Por cierto que esa Europa en transición de la edad media y la modernidad era una Europa muy particular porque en la Europa Medieval todo lo que era oscuro, ocurría de noche, era maligno, y todo lo que era de día era benigno. Por ejemplo, el gallo que cantaba al amanecer”.
–El café llega a Europa a mediados del siglo XIX – continúa el historiador – y se consideró terrible porque era negro. Al Papa Clemente Séptimo le llevan café.El Pontífice lo prueba y sabiamente lo santifica y le da la bienvenida a la grey católica. Más tarde el café viene a América porque un capitán francés insiste, persevera y en el siglo XVIII saca la planta de un vivero y la lleva a la isla de Martinica y de allí llega a Venezuela. Lo reciben los Jesuitas y en el Valle de Caracas se comenzó a sembrar el café. En 1936 gobernada por Eleazar López Contreras y Caracas llegaba a la Plaza La Candelaria.
–Caracas – prosigue el panelista- tenía 46 haciendas que iban desde la Plaza de la Candelaria hasta Petare. No todas estaban sembradas de café. Los Chorros, tenía mangos, donde está Ciudad Banesco había caña de azúcar, y hasta trigo se sembró en el siglo XVIII en Caracas. La Hacienda La Estancia y el Cafetal eran haciendas propiamente de café. Pero ¿que café llegó a Venezuela ? Arábiga ; el mejor café del mundo. Y ¿ cómo llegó el café a Colombia vía Venezuela, por dos rutas; por el Río Negro y por San Antonio del Táchira. Los colombianos lograron hacer de su café una referencia mundial y nosotros fuimos en un periodo de 22 años el segundo productor de café del mundo después de Brasil.

La última intervención del foro con motivo del aniversario de “Aroma di Caffé”. le correspondió a Misael Carpio artista multidisciplinario, licenciado en artes visuales pero también actor, cantante lírico , dedicado a la danza y el performance .
“Soy una persona muy apasionada”, asegura Carpio y habla del amor que siente por su trabajo, de cómo se ha ido enamorando del café, y sobre cómo los íconos de Caracas pueblan su obra. En esta serie de tazas intervenidas gráficamente, hizo una serie: El Poliedro en una tetera que con pico de cisne que se emplea para calentar el agua para hacer café, La Catedral de Caracas inserta en un máquina de espresso, en la taza donde dibujó el teatro Teresa Carreño también se rinde homenaje al “Latte Arte” y así sucesivamente a cada edificación emblemática de Caracas le corresponde en el dibujo ,un método de preparación del café incluyendo la Esfera de Soto y el Reloj de la UCV que representa un molino de granos de café.