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“ Los niños de Las Brisas ” sueñan en clave de sol

Marianela Maldonado ha grabado durante siete años la vida de cinco niños que viven para la música y aspiran ser parte de una gran orquesta

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Dissandra, Edixon, Nene, Joel y Joandry viven en el barrio Las Brisas de Valencia. Su pasión es la música y sueñan con ser parte de una gran orquesta. Durante 7 años sus vidas han quedado grabadas tras un lente. Sus anhelos, penurias, combates y derrotas; los caminos que han recorrido, ellos y sus familias. Los niños de Las Brisas de Marianela Maldonado nos muestra a cinco niños que persiguen un sueño en un entorno hostil. En una Venezuela que se rebela ante ellos con miles de obstáculos que intentarán franquear para cumplir su meta.

El proyecto comenzó en 2010 tras una visita de la directora al lugar. Lo que vio la conmovió profundamente así que decidió contarlo. Al principio pensó en un largometraje de ficción, pero luego se dio cuenta que la historia daba mucho más para un documental. De esta manera inició el viaje y el seguimiento. Grabaron los acontecimientos más importantes en la vida de cada niño, algunos previsibles muchos otros imprevisibles. Entre ellos destacan los ensayos, las travesías para llegar a las audiciones, la vida familiar, el Festival de Música de Salzburgo y las incontables horas de estudio.

El tiempo entre grabaciones oscilaba de dos a tres semanas cada 6 meses. En vista de que fue un proyecto de largo aliento, el equipo completo no siempre estaba disponible. De esta manera la productora ejecutiva, Luisa De La Ville, tuvo que manejar muy bien las fichas detrás de la cámara. En el departamento de fotografía rotaron cuatro personas y, en el de audio, dos. Sin embargo, las directrices siempre fueron claras y cada encargado de departamento cumplió la tarea de mantener una misma línea.

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El arte de grabar la realidad

Maldonado se decantó por un documental narrativo, tipo verité. Consiste en seguir a los protagonistas en su vida cotidiana mientras se enfrentan a distintas situaciones. A diferencia del documental expositivo, aquí no se usa una voz en off que narra la historia y complementa con entrevistas a los personajes. “La sensación que te deja es como la de la película Boyhood, en la que el niño va creciendo a medida que se cuenta su historia. Aquí sucede lo mismo pero con el objetivo de ser músico”, explica la directora sobre la forma de narrar del largometraje.

Al momento de idear un documental es primordial para el director formularse una interrogante a la que debe dar respuesta con el film. En este caso, la pregunta que se hizo Maldonado fue: ¿Cuáles son las consecuencias de perseguir un sueño? Para responderla comenzó a seguir la vida de algunos niños de Las Brisas y, a través de los años, eligió a 5. “Hay niños que se sienten muy cómodos y tienen el deseo de comunicar, de contar su historia. Tiene que ver con cómo son ellos y cómo es su familia. Nos hemos conseguido con niños muy espontáneos pero también con otros más tímidos que, aún así, quieren compartir su experiencia de vida”, comenta.

El proceso de grabar vidas reales es bastante complejo y más aún si se trata de niños que se convierten en adolescentes. Para Maldonado fue fundamental la sensibilidad para saber cómo abordar a cada uno de sus personajes en cada etapa de su vida. Relata que hubo algunos que de pequeños eran muy abiertos y cuando llegaron a la adolescencia costó más llegarles o perdieron interés en la filmación. Sin embargo, considera que la mejor técnica fue “dejarlo fluir naturalmente”.

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El motor de este documental es el arte como elemento central en la educación. De la visión artística viene el poder de observación y de la observación el proceso reflexivo. “La música te abre las puertas del conocimiento”, precisa su directora. Durante 7 años cada uno de estos niños ha seguido una disciplina férrea que les ha abierto las puertas al mundo de la música clásica, al que deben dedicarle al menos 7 u 8 horas de estudio diario.

Son estas historias pequeñas, del día a día, las que sirven de ejemplo para responder a preguntas globales. La vida de cada uno le da cauce a la historia y, dependiendo de lo que les suceda a los personajes, se arma el guión como si de un rompecabezas se tratase. Esta es la diferencia básica entre la ficción y el documental. En la primera tienes un guión y conoces el final, en cambio en la segunda se reescribe día a día. Además, la relación entre el equipo y los personajes se vuelve muy cercana. “Te haces amiga de los chamos y tratamos de ayudarlos en la medida de nuestras posibilidades. Es un experiencia enriquecedora”, precisa Maldonado.

¡Vamos de nuevo!

Hace 9 meses comenzó el proceso de edición de Los niños de Las Brisas. Esta etapa ha sido complicada ya que no es fácil clasificar y seleccionar el material que se ha grabado durante 7 años. Sin embargo, más allá de eso, la situación actual de Venezuela ha dado un giro inesperado en la vida de cada personaje. Su día a día se ha visto afectado e incluso sus aspiraciones se han modificado.

Por esta razón, el equipo de producción en conjunto con la directora tomó la decisión de grabar unas escenas más. “La situación del país cambió tan repentinamente que ya no lo podíamos obviar. Igual que al resto de los venezolanos esta situación nos fue cambiando y vimos esas variaciones en los muchachos. Además, siempre hemos estado muy interesados en reflejar el país a través del proceso de grabación”, explica la productora del film, Luisa De La Ville.

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Para lograr este acometido decidieron lanzar una campaña de crowdfunding a través de GoFundMe. Ahí buscan recaudar 10 mil dólares para cubrir los costos de la filmación adicional, la edición y posproducción, además de contribuir con un fondo de ayuda para la familia de los jóvenes. Hasta la fecha llevan 4 mil 268 dólares, menos de la mitad del total requirido. Al respecto, Maldonado considera que, a pesar de que la crisis ha afectado el éxito de la campaña, muchas personas han donado. “Ha sido muy bonito. Aún nos quedan unas semanas. La idea es apelar a los venezolanos que viven en el extranjero o incluso a gente de otras nacionalidades que les interese este tipo de temas”, puntualiza.

Aunque reanudarán la grabación, buscan filmar las escenas finales para concluir de forma apropiada cada una de las historias. Durante el rodaje recibieron apoyo del Festival de Documentales de Amsterdam y, al culminar la película, esperan estrenarla en este certamen a finales de este año o en 2018. También quieren inscribirla en otros festivales acordes a un plan de distribución que está en proceso de creación.

Marianela Maldonado considera que respondió la pregunta que se formuló en un inicio y que en la conclusión del documental se refleja la respuesta. “Fue una búsqueda increíble. A pesar de que las metas se alcancen o no, está la importancia de tener un sueño. Que cada niño haya pasado por la experiencia de la música les dio una formación distinta. El viaje interior ha sido muy interesante”.

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Fotos y video: Producción de Los niños de Las Brisas

Para conocer más sobre el proyecto clic aquí