Inicio»Artes Plásticas»Magdalena Arria: la constancia es el gran don de un artista

Magdalena Arria: la constancia es el gran don de un artista

La galería que fundó , GraphicArt,cumple 40 años este 12 de diciembre

14
Compartido
Pinterest URL Google+

Cada hebra de su cabello está en su lugar. El maquillaje, la ropa y los zapatos, los lleva con elegancia. Magdalena Arria tiene garbo. En el área de la artes plásticas es una referente. Sus conocimientos sobre el arte moderno, geométrico y cinético, es infinito. Este 12 de diciembre de 2016 la galería de arte que fundó con esmero cumple cuatro décadas y Esfera Cultural no dudó en entrevistarla.

En 1976, exactamente, Arria inició un proyecto que le apasionó desde el principio y que aún hoy disfruta como nada. Juntó sus conocimientos, esos que había aprendido de la mano de grandes artistas venezolanos y extranjeros, y emprendió la primera galería del continente con una sola línea: arte geométrico y cinético. En la actualidad su fundadora comenta con orgullo que en la mayoría de los currículos de los artistas que hoy son triunfadores, pesa el nombre de su galería como la primera que los expuso.

Eso lo dice con una emotiva sonrisa, que le recuerda también los comienzos. Esos cuando la galería no exponía obras sino gráficas, su sede se ubicaba en Parque Central y era referente para los artistas de su época.

¿Cómo surge la galería?

Denis René y Magdalena Arria (Foto: GraphicArt)

Yo desde muy joven trabajé con el maestro Cruz-Diez y mi formación viene de allí. Él se fue a París, yo me casé, nos distanciamos por años pero nos volvimos a reencontrar en los años 70. Él regresó a Caracas después de haber triunfado en Europa. Volvió con un reconocimiento internacional importante. En el 75 montó un taller aquí en Bello Monte, me invitó a trabajar con él. Allí yo me ocupaba de todo y, por supuesto, la gente me pedía obras de él. Entonces me dijo un día: “A mí me parece que ya tú debes montar tu propia galería porque estás preparada para tenerla”.

Me aconsejó además que la galería fuera de arte geométrico, como lo es la galería de Denis René en París que ya tiene más de 60 años. Esa que presentó el movimiento del cinetismo al mundo. Entonces me lo planteé, conseguí un local en Parque Central, cerca del Museo de Arte Contemporáneo y empecé la galería bajo esa misma línea: constructivismo y cinetismo.

¿Cuál fue su primera exposición?

Mi primera exposición fue una artista francesa que me fue recomendada por Soto y Cruz-Diez llamada Colette Dupriez. La galería se inauguró con ella, una artista geométrica muy adelantada para la época. Trabajaba con agua, glicerina y elementos flotantes, como una especie de cubo, agua y glicerina, elementos geométricos que flotaban. Para ese momento la galería se llamaba Graphic CB2.

¿Por qué se llamó así?

Porque en esa época la gente joven no tenía la posibilidad económica de comprar una obra original, que costaba diez mil dólares. Entonces el consejo, para comenzar, era adquirir gráficas y múltiples. Eso me aconsejaron Soto y Cruz-Diez. Antes de abrir la galería fui a París a visitar a Denis René y la conocí. Ella tenía dos galerías una de originales y otra de las gráficas y yo me surtía con sus gráficas. Exhibía a todos los constructivistas y cinéticos de la época y allí fue donde aprendí que es preferible una buena gráfica que un mal cuadro.

Más adelante empecé con los originales, porque cambió el mercado, aunque hoy sigo con mis gráficas y múltiples porque realmente creo que por su intermedio se logra muy buena difusión de arte. Uno de mis consejos para los artistas es que hagan una edición de múltiples o graficas, porque no siempre una persona puede comprar una obra de 4 mil dólares, pero si algo de 500 y así empieza su colección.

¿Cómo selecciona a los artistas que expone en su galería?

No es solamente importante que el artista esté en mi línea, sino también que traiga una nueva propuesta. Porque los artistas tienen sus herramientas, hoy es la tecnología, pero realmente no siempre la saben utilizar a cabalidad. Entonces yo voy al taller del artista siempre que viene por primera vez, observo su disciplina. Lo más importante en un artista joven, lo viví con Cruz-Diez y lo viví son Soto, es la constancia del trabajo. Un artista no para de trabajar, está todo el tiempo en el taller creando. Imagina que Cruz- Diez sigue creando a los 93 años. Ellos siempre están investigando y como esa es la escuela que yo viví, esa es otra recomendación que le hago a los jóvenes.

¿Quiénes han pasado por su galería?

Por aquí han pasado cuatro generaciones tanto de artistas como de clientes. Al principio estuvieron grandes maestros, famosos en su época, pero no tanto como lo son ahora. ( Francisco Salazar, Julio Le Parc, Víctor Vasarely, Carlos Cruz-Diez, Jesús Soto) Luego vino la segunda generación, ya de los 80, Joaquín Latorraca, Rafael Martínez, Gabriel Marcos, ese grupo que ahora son setentones. Después, me mudo de Parque Central, por razones obvias, me vine para Las Mercedes y aquí tengo 10 años. En esta última década siempre le doy oportunidad a la gente joven.  Han estado Alberto Sánchez, India Serena, que ya tienen buena trayectoria y un buen planteamiento. En este grupo esta Giselline Amiuny que expone actualmente en la galería.

¿Podría ahondar en la idea de las generaciones de clientes?

Aquí en Venezuela hay una cultura de coleccionar arte que es casi hereditaria. Yo hace 40 años, le vendía a los papás, luego a sus hijos  y ahorita a sus nietos. Los domingos nos visita gente en familia; matrimonios con los niños pasan a ver arte y aprenden. Antes también era así, de verdad que es un mercado muy bonito.

Es fundadora y directora de la Feria Iberoamericana de Arte (FIA) y estos últimos dos años no se ha podido realizar…

La FIA en su mejor momento, cuando era en el Hilton, fue un éxito extraordinario, internacional. Venían galerías importantísimas porque aquí había coleccionistas de arte envidiables. Venezuela era el  país que tenía el mejor coleccionismo de Latinoamérica y es por ello que los galeristas se quedaban sorprendidos. Decían: “Es que el venezolano sabe de arte”

Cuando se hizo la FIA yo salí a promocionarla y los galeristas que visitaba en el exterior me respondían que con gusto participarían porque tenían clientes aquí. De hecho las galerías que intervenían eran unas 60 y la mitad  extranjeras. Con el tiempo siguió siendo un éxito. Hoy, muchos nos reclama, nos llaman a decir que la Feria Iberoamericana de Arte dejó un gran vacío, que era donde más vendían, y que era una ilusión.

¿Cómo evalúa el mercado actualmente?

La galerista en la reciente exposición de Cruz-Diez (Foto: Graphic)
La galerista en la reciente exposición de Cruz-Diez (Foto: Graphic)

Como dije anteriormente aquí hay una cultura de visitar galerías muy buena. Eso que aquí pasa los domingos, que la gente salta de una galería a otra, no ocurre en otros países. Aunque, por la delicada situación, ahora no hay FIA ,las galerías seguimos abriendo, inaugurando. La gente no ha perdido la costumbre de visitarnos los domingos ya que no se puede ir a los museos. Tenemos Los Galpones, La Trinidad, el BOD, el Mercantil, y así todas las personas  que trabajamos en el arte, en la cultura, hemos hecho un gran esfuerzo de mantener esto.

Las ventas, por supuesto, son menos pero nos mantenemos. Estamos haciendo el sacrificio por no dejar que este mundo del arte caiga. Yo me aterro que alguna galería cierre. Claro, no podemos traer exposiciones de afuera por temas de divisas, de aduana pero afortunadamente tenemos mucho talento venezolano, y lo mostramos en todas las galerías.

Foto principal: Arte plus. Fotos secundarias: Facebook de GraphicArt