El mensaje del arte conceptual no admite medias tintas
La Galería CAF inaugura la exposición "Arte Contemporáneo Latinoamericano" con obras de 12 representantes del arte conceputal

Son pétalos de rosas calcados y dejados en blanco sobre una cartulina negra que representa los 900 norteamericanos fallecidos a consecuencia del “suicidio” masivo de Jonestown en Guyana en 1978. En una instalación cercana se hallan filas de soldaditos rotos y reconstruidos, pegados con cola sobre una mesa de madera clara; la escena recuerda la derrota pero también la recuperación del ejército zapatista desde la óptica del pueblo mejicano. En la entrada de la sala se exhiben los Dos zapatos bellamente pintados y luego, adheridos a la pared, una secuencia de gráficas intervenidas sobre América toda. Estos, algunos de los contenidos de las obras de arte de la exposición que hoy, 29 de marzo, se inaugura en la Galería CAF de Altamira.
Explica Mariela Provenzali, curadora de la exposición Arte Contemporáneo Latinoamericano y de la institución financiera, que los trabajos que se exhiben en la muestra pertenecen a 12 exponentes del más puro arte conceptual de América Latina. Aclara que esta tendencia surge a finales de los ochenta, culmina en los noventa y se caracteriza porque el artista empieza a formar parte de su obra y además involucra al público en el proceso creativo.
–En esta tendencia del arte – dice la curadora – los artistas empiezan a conceptualizar las cosas y a ponerlas al alcance del público.
— ¿Qué conceptualizan?
— Son las inquietudes de todo ser humano. La angustia del vivir, problemas sobre la propia identidad, la pérdida de las tradiciones, los conflictos relacionados con las fronteras, para mencionar algunos. Además, en los años 80, los artistas deciden expresarse a través de su cuerpo (body art), con performance y con la interpretación teatral de lo que está sucediendo en su entorno o en su propio ser. Son contenidos muy fuertes por la carga que tienen estos artistas. Ellos lanzan conceptos muy contundentes también.

–Por ejemplo- continúa Provenzali – veamos la obra conceptual de Mercedes Elena González, una de las artistas venezolanas invitadas. De acuerdo con la lectura que yo hago de su trabajo, ella crea, con la ayuda de las nuevas tecnologías, una serie de conexiones o redes que bien pueden ser internacionales pero al mismo tiempo pueden pertenecer al cuerpo humano. Significa que ella recrea las neuronas con todos los nervios que conectan ideas, órganos, sentimientos y emociones en una gran red que a la vez podría simular una constelación galáctica. O sea que iríamos del micro al macrocosmos que es un concepto arquetipal ampliamente manejado por los indígenas.
Mercedes González, por su parte, cuenta que de niña siempre tenía un lápiz en la mano de allí que eligiera el arte como forma de expresión. Sobre Neurohilados afirma: “Esto es acrílico sobre tela metalizada de cortina. Todo lo que hago tiene que ver con el dibujo. Son transmisiones. Conexiones nerviosas y conexiones cósmicas”.
La artista refiere que se graduó en el 80 y obtuvo una beca para estudiar en la Escuela del Museo de Bellas Artes de Boston. Desde joven participó en exposiciones y salones muy importantes.

–¿Qué quiere expresar en este trabajo?
— Son conexiones entre mi cuerpo y el cosmos. En toda mi obra a lo largo de los años hay un un hilo conductor dado por mis trazos que se van transformando y metamorfoseando paulatinamente con la finalidad de conseguir una conexión. Los temas se concatenan, después de Neurohilados hice una obra que se llama Retrato de Familia y tiene que ver con la piel, sus colores y transmisiones. También tuve una etapa dolorosa de mi vida y más expresionista donde era mi cuerpo mirando a la naturaleza con sus sombras.
— ¿Cree que los artistas contemporáneos han logrado trascender a sus predecesores o se estancaron y se repiten?
–Siempre hay innovación. Ya todo se ha hecho y es válido que uno mire hacia atrás y tome propuestas de otros artistas o tendencias y las adaptes en tu obra. Yo creo que la importancia del arte es que cada quién refleje el tiempo que vive y ese tiempo siempre es distinto.
–¿Le ha resultado difícil surgir en el arte?
–Bueno, yo pienso que el trabajo siempre se valora y yo soy muy trabajadora. Yo he sido muy paciente y eso es muy necesario, especialmente en el arte.
— ¿En qué proyecto trabaja actualmente?
— Estoy trabajando con líneas negras con masas negras realizadas con tinta china. La obra se llama Pelikan. Trabajo con óvalos vaginales, huecos y agujeros negros.
Conexión Latina
En la continuación del recorrido por la Galería, Mariela Provenzali, conocedora de arte por excelencia, destaca que la exposición de arte conceptual se inscribe en la tradición de la CAF porque promueve el arte de Latinoamérica, con la idea de lograr la integración regional a través de la cultura. Señala que agrupar la obra de un grupo representativo del arte conceptual de personas que compartieron espacios expositivos en todo el mundo, incluida Venezuela, no fue una tarea fácil. Felizmente contó con el apoyo de la Fundación Museos Nacionales, el Museo Alejandro Otero y la Colección del Banco Mercantil para lograrlo.

Sobre Francis Alÿs, artista de origen belga, Provenzali señala que de muy joven se fue a vivir a Méjico, se mezcló con los artesanos y con ellos aprendió a hacer souvenirs. En la obra De 27, 28, el nacionalizado mexicano, recrea una escena muy azteca: toma de una revista una foto del ejercito zapatista y talló un buen número de soldados, los tumbó y los rompió, representando al ejercito derrotado y luego los levantó y pegó esas tallas como una señal de resurgimiento.
—Ángel Rivas— expone la curadora– es un artista venezolano que murió joven. Tomaba objetos y los pintaba. Su obra en la muestra se titula Dos zapatos, pertenece a su serie de Objetos encontrados y son moldes de madera de zapatero.
Volteando la mirada hacia el fondo de la sala expresa: “Esa red de la artista brasileña Iole de Freitas es interesante. Ella praticaba la danza y empezó a trabajar a comienzos de los 80 con el body art, como tantos conceptuales, pero luego salió de su cuerpo y quiso plasmar el movimiento. Cuando veo su trabajo me imagino que es una bailarina con tutú que bailando deja una estela”.

Sueños Divididos de Luís Roldán es una sola tela pegada por tiras a la pared con silicona caliente pero representa muchos sueños con sus turbulencias. La movilidad motiva al artista. Esta obra forma parte de la serie Sueños y Vigilias, en la que el vibrante dibujo de líneas en grafito sobre tela pudiera ser la síntesis entre el artista y el arquitecto. Sobre la obra Un logo para América, del chileno Alfredo Jaar, Provenzali asegura que la secuencia gráfica muestra el verdadero alcance de América. Su obra aparece en textos escolares.
Impactan, igualmente, las obras del artista brasilero Ernesto Reto, que muestra el inicio de un tejido o una iniciación de nombre Cruzamento; y las del creador Roberto Obregón, colombiano de nacimiento, que presenta una cajita de madera contentiva de una obra muy tenue que pertenece a la corriente de la nueva figuración. En Pe eme, de 1998, trabaja con pétalos de rosa tal y como mencionamos al comienzo de esta reseña.















