Nan González, Tramas de Tiempo
"Tramas de tiempo" de Nan González se exhibe en la Sala TAC / Trasnocho Arte Contacto, del Trasnocho Cultural hasta el mes de febrero, 2020.

Con una dimensión plástica y sensorial, la exposición transita sobre el transcurrir del tiempo como proceso y tema para la creación y la reflexión.
«un presente de cosas pasadas, la memoria,
un presente de cosas presentes, la visión,
y un presente de cosas futuras, la expectativa»
(san Agustín)
Nan González (María Luisa González, Caracas, 1953), es una artista integral, que se ha valido de diversos medios y lenguajes para sus creaciones. A partir de los años 70, cursó estudios de arte, fotografía y cine. Generalmente, catalogada como una artista del performance y el video, también dibuja y ha incursionado en el uso de multimedia e instalaciones. Junto a Jennifer Hackshaw y bajo el seudónimo de Yeni y Nan, se encuentra activa, en la escena de las artes visuales desde finales de los 70, cuando realizaron performance e instalaciones juntas, hasta aproximadamente 1986, cuando González continúa su carrera en solitario.

Tiempo ha pasado de aquellos años hasta hoy. La exposición Tramas de tiempo, curada por Sagrario Berti y realizada con el apoyo de la Galería Henrique Faria Fine Art, actualmente en la Sala TAC del Trasnocho Cultural, exhibe una selección de sus obras realizadas en la década de los noventa. La propuesta central de la exposición mantiene la misma determinación y están agrupadas en torno al tiempo infinito.
Nuestra vida esta signada por el tiempo, este es persistente y repetición simultáneamente. En nuestro andar, fijamos horarios para cada una de nuestras actividades. Comúnmente solemos expresar, que el tiempo trascurre inexorablemente, es decir, que no lo podemos eludir. Es ese momento determinado, durante el que se realiza un acontecimiento. Pero, para la artista, ese horario no es real, porque “el tiempo es inexistente”… “El horario real es el latido, cuando se detiene ese horario, el ser humano es inmortal, ingresa en un tiempo que no existe, que es infinito”.
La relación entre los distintos instrumentos -metrónomos y relojes- utilizados para medir el tiempo, con los cuales regulamos la vida, se complementan en la obra de Nan González por sus meditaciones, inquietudes e investigaciones alrededor de sus reflexiones espirituales.

Los videos, instalaciones y fotografías que se muestran, dan cuenta del uso de diversos medios empleados para la creación de sus obras. En su mayoría datan de la década de los noventa, momento en que fueron exhibidas en sendas muestras realizadas en las salas más prestigiosas de la Caracas como la Galería de Arte Nacional, el Museo de Bellas Artes, entre otras salas de exposiciones.
Con su lenguaje plástico, nos traslada a una atmosfera de tranquilidad. A conectarnos con nuestra introspección y encuentro con nosotros mismos. ¿Qué es el tiempo?, se puede preguntar el espectador en la exposición. Para cada uno, que se tome un momento para leer estas líneas, puede tener diferentes y múltiples significados a la vez. Algo incontrolable, no es lineal, impreciso de definir, ambiguo, etc.

Filósofos como Platón, Aristóteles, Plotino y san Agustín, han tratado de delimitar el tiempo, empleando nociones temporales de movimiento, lo que las hace inservibles. Para Berti, “la artista tiene una manera particular de valorar el tiempo”. Para González, el tiempo, “no existe, es un período abstracto absolutamente. Lo relaciono con el ser humano y su corazón. Varía en el proceso de cada persona que se enfrenta a la obra y conecta con ella… esa es la realidad de mi obra”. Entonces, el tiempo es solo una percepción secuencial, que depende de quién lo percibe y por lo tanto es relativo. Aunque, definir el tiempo puede parecer sencillo, la filosofía ha avanzado en distintas cuestiones, que junto con la ciencia nos permite concebirlo de alguna manera.
Al entrar al recinto, lo primero que percibimos es una sensación sonora -tac-tac-tac-tac- producido por once metrónomos en movimiento (número maestro del universo). La instalación Códigos de tiempo (1994) consta de una cámara de video de cinta magnética, conectada en circuito cerrado con tres televisores dispuestos al piso, en estos se trasmite una imagen desenfocada del balanceo del péndulo, de uno de los metrónomos. Al hacer el ejercicio de pararse frente a cada uno, “alguno de estos va a relacionarse y conectar con tu tiempo… es el tiempo del universo”, comenta González.
Seguidamente el tic-tac, tic-tac, tic-tac del segundero de un reloj, en los videos e instalaciones: Homenaje a Clock (one and five, de Joseph Kosuth (1992), Tiempos inexistentes (2002) y Tiempo (1994).

La exposición, en su conjunto, es un lenguaje de sonidos e imágenes, de una simbología inmediata del tiempo infinito. Es la instalación Proceso de pensamiento (1991-2019). Todo está en conexión, para lograr un vínculo interno con la espiritualidad del visitante, que esté dispuesto a desconectarse de la severidad que los impone el tiempo. A sobreponernos a la dimensión temporal y estar conscientes de nosotros mismos. A llevarnos a pensamientos, más allá de lo que podemos entender, esa es la obra de Nan González, es lo que no se ve, pero que puedes lograr ver a través de una obra que se forma en el espectador. Algo que tiene muchas lecturas. Un proceso de reflexión y creación.