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Niños de Petare viajan virtualmente al taller de Cruz-Diez

Los pequeños vivieron una experiencia virtual, cromática y lúdica, de la mano de la Fundación Carlos Cruz-Diez y la Fundación Telefónica Movistar

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Sobre un gigantesco lienzo blanco van apareciendo las características franjas verticales de colores del arte cinético de Carlos Cruz-Diez. Allí, frente a una pared ovalada de 2,33 x 6,78 metros, que funge como pantalla, 23 niños de la Unidad Educativa Municipal Coromoto, del barrio José Félix Ribas, en Petare, hicieron un viaje virtual hasta las instalaciones del taller del maestro del arte óptico, en París.

Los niños de 5to y 6to grado,  que este 7 de noviembre llegaron a la Mega Sala Digital Movistar de Los Palos Grandes, observan con mucha atención la pantalla. Es como si estuvieran en una sala de cine. Sorprendidos, no pierden de vista los primeros trabajos del artista, que muestran figuras y catedrales. Notan la transición de su arte y llegan hasta el encuentro de lo que marcaría el concepto artístico que hace único su estilo: la creación de una nueva noción del color. De vez en cuando se deja oír un “¡guao!” Pero el resto del soundtrack lo compone la voz del mismísimo Cruz Diez que, a través de un documental, narra su vida y obra.

“Para el maestro, la educación es un tema sumamente importante y relevante, por eso él ha buscado maneras distintas de acercar toda su obra y sus investigaciones en color, especialmente, a los niños”, explica Fabiola García Contreras, representante de la Fundación Carlos Cruz Diez, y moderadora del recorrido.

Fabiola García Contreras conversa con los niños de la Unidad Educativa Municipal Coromoto. Foto: Edisson Urgiles.

Las luces en la sala bajan y por una centésima de segundo todo se vuelve oscuridad. El lienzo vuelve a iluminarse y luce sobre él las obras que el maestro ha elaborado en sus más de siete décadas de vida artística. “El trabajo de Cruz -Diez es la propuesta de los nuevos colores para causar efectos cinéticos”, dice García. Con ternura de maestra le muestra a los niños el invaluable aporte de un venezolano que ha logrado transformar y entrar a la historia del arte contemporáneo.

“¿Qué les parece el trabajo del maestro? ¿Les gustan los colores? ¿Quieren ir a París?”, pregunta la moderadora,  y tras un muy sonoro “siiiiiiií”, de los niños,  le da inicio a una videollamada por Skype. En Francia son las 3 de la tarde, pero la magia de la tecnología hace posible la comunicación, aunque en Caracas sean las 9:50 a.m., y 7,869 kilómetros de distancia separen las dos capitales. Alex Mendoza, encargado del atelier que tiene el maestro en París, atiende la llamada.

Entramos al taller de Cruz -Díez y lo primero que la cámara enfoca es una pared blanca con un cuadro lleno de colores. Cuando se mueve el lente, estos tonos van cambiando y se van descubriendo nuevos colores por el efecto de la luz.

–Holaaaa– dice Mendoza.

–Holaaaaa– responden los pequeños de entre 8 y 11 años de edad que hoy forman parte de esta experiencia inédita en Venezuela.

Conversación vía Skype con los artistas en el taller de Cruz-Diez en París Foto: Edisson Urgiles.

Elena, una artista italiana que trabaja en el taller, se convierte en la guía turística. La primera parada es el área de restauración, conformada por una gran mesa de madera donde se posan las obras. Las paredes van decoradas con materiales como taladros, martillos, brochas. “Las obras tiene más de 50 años, entonces, conservando la esencia original, hemos cambiado algunos materiales como el plástico, por el vinilo, para preservarlas en el tiempo”, explica.

Los niños miran con atención la pantalla gigante. “El taller es un lugar vivo”, continúa la artista y se dirige al área de producción. Allí muestra un compendio de vinilos y otros materiales de múltiples colores, en forma de rota folios.

–¿Qué se necesita para crear una obra de arte? -pregunta Fabiola  García.

–Desarrollar un discurso original –responde Mendoza.

El paseo continua por los pasillos del atelier, hasta llegar a la biblioteca, cuyas puertas abren como rieles. En este espacio se almacena todo el material fotográfico, literario, hemerografico y documental que guarda interés en la obra del artista venezolano, que el 17 de  agosto de este año arribó a sus 94 años. “¿Y dónde está el maestro?”, pregunta uno de los alumnos. “Está trabajando en otro lugar en este momento”, responde el encargado del taller.

Hoy los niños harán sus propias obras

“¿De dónde sale el color?”, pregunta la diseñadora gráfica y experta en la intervención del espacio público,  Vanessa Avendaño, para dar inicio a la segunda etapa del taller. “Cuando el sol y la lluvia se juntan crean el arcoíris”, responde una niña.

–Así es, pero también sale de la luz–continua Avendaño– por eso Cruz-Diez utiliza la luz aditiva en su obra.

La diseñadora gráfica Vanessa Avendaño Foto: Edisson Urgiles.

Cada uno de los 23 alumnos de primaria está ubicado frente al monitor de una computadora, para realizar a la actividad “Cruz Diez, experiencia cromática aleatoria interactiva”. El monitor se convierte en el lienzo: en el medio aparece un rombo y en las esquinas de la pantalla hay una franja de colores que, siguiendo las instrucciones de la diseñadora gráfica, lograrán los mismos efectos que las obras del pintor.

Creando sus propias obras Foto: Edisson Urgiles.

La última de las actividades que completa el recorrido tiene como objetivo volver a los inicios del artista. Los invitados se sientan sobre una enorme alfombra azul rey y esperan ansiosos los materiales. Avendaño les entrega, a cada uno, una hoja blanca y varias plantillas de acetato transparente atravesadas por líneas verticales de colores: azul, verde, rojo, morado, amarillo y negro, que al solaparse logran el mismo efecto que consiguieron con la computadora. “El arte es una metodología perfecta para implementarla en la educación porque genera disrupción, además, a través de la equivocación, y del ensayo y el error, los niños van aprendiendo más, y generan más libertad a la hora de expresarse”, considera la guía, estudiosa de Cruz-Diez.

–¿El diseño de las actividades, aplicadas el día de hoy, vienen de la metodología de Cruz-Diez para enseñar su trabajo artístico?

–Sí. Éstas que implementamos acá son varias recomendaciones que nos dio la Fundación Cruz-Diez. Por ejemplo, el juego interactivo que hicimos al comienzo, y la otra metodología, más rudimentaria, que usamos con las transparencias también son referencias que nos aportaron para mostrarles a los niños la importancia y el protagonismo del color –explica Vanessa Avendaño.

La pantalla gigante vuelve a protagonizar cuando proyectan cada una de las obras del artista que se encuentran en el territorio venezolano. “Las obras de Cruz-Diez pintan, recrean y dibujan la ciudad”, afirma Fabiola García.