“El peor hombre del mundo” y “Suficiente coraje” reciben la anuencia del público en Mérida
Los largometrajes de Rocca y Robertson participarán en el Festival de Cine Venezolano entre 15 películas más. Han tenido buena aceptación del público y han recorrido varios festivales internacionales.

El domingo 11 de junio inicia el Festival del Cine Venezolano en Mérida. Este evento nació para brindar un espacio a realizadores venezolanos en el que pudiesen exponer sus obras y además para difundir el cine nacional entre profesionales, aficionados y público en general. Son 17 los largometrajes que compiten en la categoría principal.
El Amparo y La soledad, por su recorrido internacional; El Inca, por la censura a la que fue sometida y La planta insolente, por la dupla de creadores Román Chalbaud (director) -Luis Britto García (guionista) han sido presa de muchos titulares en prensa. Sin embargo, hay otros tantos que aunque no han sido tan mediáticos, gozaron de una buena aceptación del público y de la crítica.
Estos son El peor hombre del mundo de Edgar Rocca, Suficiente coraje de John Robertson, Un tiro en la espalda de Alfredo Lugo, Más vivos que nunca de Alfredo Anzola y Redenciones de Alonso Vivas.
Azul como el cielo de Andrea Ríos, Alias Bambi C-4 de Eduardo Barberena, Cara o Sello de Jackson Gutiérrez, El Irrigador de Milton Crespo, El Show de Willi de Fernando Venturini, Luisa de Juan Carlos Wessolossky, Maisanta, nace la leyenda de Miguel Delgado , Locos y Peligrosos de Eduardo Serrano y Javier Paredes, complementan el listado.
Esfera Cultural conversó con los directores Rocca y Robertson sobre sus óperas primas para conocer más sobre su experiencia en torno a la realización de estos dos largometrajes y sus expectativas del Festival del Cine Venezolano.
Edgar Rocca: sin expectativas y a disfrutar

Después de seis cortometrajes, Edgar Rocca egresa de la Escuela de Cine y Televisión gracias a una beca del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía. Estaba decidido que su próximo paso era hacer un largo, así que se inspiró en acontecimientos personales y situaciones sentimentales para escribir el guión de la producción.
El título de la obra surgió de la película Desmontando a Harry. Woody Allen antes había considerado El peor hombre del mundo pero lo descartó por considerarlo “muy latinoamericano”. Rocca, en cambio, pensó que se adaptaba muy bien a lo que él quería contar y como gran admirador de Allen lo utilizó.
La idea fue concebida en 2014, en diciembre comenzó el casting y el 5 de junio de 2015 terminó el rodaje luego de 8 semanas de trabajo arduo. El film cuenta la historia de Juan Andrés, un hombre mujeriego, despreocupado y fiestero. Al morir su padre lo ataca una fuerte depresión que lo lleva a tratarse con un psicoanalista. Esta situación lo impulsa a replantear su vida, recordar su pasado y tratar de mejorar su presente.
“Me inspiré principalmente en cosas de mi propia vida para reírme un poco de ciertas situaciones sentimentales. Quería hacer una película súper guerrilla pero en el camino me topé con una socia que tiene una productora, ella me ayudó a recolectar los fondos”, explica Rocca sobre el financiamiento del proyecto, esencialmente privado a pesar de que hubo asociación con la Villa del Cine.
El peor hombre del mundo se estrenó mundialmente en la séptima edición del Festival Internacional de Cine Fine Arts en Santo Domingo, República Dominicana. También recorrió, de la mano de Sony Pictures, Miami y este año paseará por Madrid, París y Canadá. Después de estar semanas en cartelera, la obra llegó a los 103 mil espectadores en Venezuela. Para Rocca el feedback fue sorprendente, “superó por mucho las expectativas, acabo de salir de una escuela de cine y vengo de una zona humilde, no me esperaba esto”, puntualiza.
El Festival de Cine Venezolano en Mérida es una de las competencias que más le hace ilusión al director y una de las más importantes para él. Recuerda cuando en su época de estudiante disfrutaba de todas las proyecciones y hacia quinielas con sus compañeros de clase para ver quiénes serían los ganadores de la noche. “No llevo ninguna expectativa, voy es a disfrutar, a compartir con los otros. Todo el equipo va muy emocionado”, comenta.

John Robertson: de lo personal nacen historias
John Robertson es hijo de chilenos que emigraron a Venezuela por la dictadura de Augusto Pinochet. Durante su infancia estuvo rodeado de personas que habían sufrido por la desaparición o muerte de sus familiares. Por esta razón, decide que para graduarse de la Escuela de Cine de Chile haría una película relacionada a sus vivencias. Así nace Suficiente coraje.
“Estaba en el medio audiovisual y me di cuenta que mi película debía tener relación con mi propia vida y con mi entorno. Hice la primera versión del guión y Rodrigo Muñoz la revisó y finalizó”, asevera Robertson. A pesar de ser un film de bajo presupuesto, las aspiraciones eran altas y el rodaje se hizo en dos semanas. Los actores venezolanos Alexander Solórzano y Patricia Pacheco llegaron a Chile y vivieron, de cierta manera, la trama de los personajes ya que tenían la idea de emigrar de Venezuela.

La película cuenta la historia de un hombre que creció en el exilio y decide regresar a Chile para vengar la muerte de su padre, quien fue asesinado durante la dictadura militar chilena en la década del 70. En medio de la búsqueda conoce a una mujer venezolana que escapa de la situación política y económica de su país de origen. Sus vidas se entrelazan y será el destino quien tome la última decisión.
Para Robertson fue un gran aprendizaje enfrentarse con su primer largometraje. Venía del mundo de la publicidad y creía que se “comía el mundo”. Ser sincero consigo mismo fue la clave para llevar el proyecto a buen término y su paso por la escuela, donde conoció teorías y ubicó referentes, lo ayudó a conseguirlo. “Lo bonito del proceso creativo fue enfrentar lo estudiado con mis propias ideas. Explorar un lenguaje propio, que creo que conseguí, sobre todo en el segundo acto de la película. Descubrí una forma de narrar que quiero mantener”, explica el realizador.
El largometraje participó en el Festival Internacional de Cine de Varsovia, competencia importante en el mundo del séptimo arte, y ahora formará parte del Festival de Cine Venezolano en Mérida. El director explica que el certamen venezolano era el principal objetivo y están muy contentos de haber sido seleccionados. La participación en el festival polaco fue un reconocimiento extra al trabajo de todo el equipo.
Los puntos clave que le permitieron al cineasta culminar el largometraje de forma exitosa fueron: definir cuál sería la puesta en escena, la investigación previa y pensar junto al productor en el presupuesto que tenía para realizar la película. Actualmente está escribiendo una historia, también personal, sobre una tía que falleció tras un Alzheimer muy agresivo.
