“Piaf, voz y delirio”, vuelve a escena renovado
La talentosa actriz y cantante venezolana, Mariaca Semprún encarna, una vez más, al "Gorrión de París"

Mariaca Semprún, con una naturalidad que sorprende, entra y sale de la piel de Edith Piaf durante el ensayo del musical Piaf, voz y delirio. La acompaña un talentoso equipo que, moviendo cuerdas, ruedas y terciopelos, van dándole vida al gorrión de París dentro de la sala del Centro Cultural Chacao.
Siete músicos interpretan las melodías que reinaron en la Francia del siglo XX. Ese paseo musical eriza la piel, conmueve el alma y roba suspiros. La voz de Mariaca, inspirada en la particular forma de la Piaf, pronuncia exquisitamente vocablos en español, inglés y francés. El sonido impregna la sala y no hay un segundo libre para distraer la atención del escenario.
Piaf, voz y delirio, tuvo una exitosa temporada durante el 2016 que conquistó a la crítica nacional. Producido por Mariagel Ruíz y Claudia Salazar, regresa ante el público venezolano este 9 de marzo con algunas modificacines, y tendrá funciones hasta el 26 de marzo.
Voz, cuerpo y emociones
Édith Giovanna Gassion tuvo una intensa vida que comenzó en la calle Belleville de París en 1915. Hija de una cantante ambulante y de un acróbata que las abandona, Piaf fue alimentada con teteros de vino por su abuela materna y criada con prostitutas por su abuela paterna, quien era dueña de una casa de prostitución durante la Primera Guerra Mundial.
Su intensa voz la acompañó durante duros episodios de su vida. Su única hija, Marcelle, murió cuando apenas tenía dos años de edad, lo mismo ocurrió con su gran amor, el boxeador Marcel Cerdan. La artrosis la atormentó, junto a la adicción a medicamentos y las duras pérdidas amorosas.
El periodista y escritor venezolano Leonardo Padrón investigó la vida de esta controversial y adorada mujer para inspirar el monólogo de Piaf, voz y delirio, además, es la primera vez que escribe para teatro. Por su parte, el investigador y docente de la danza y el teatro, Miguel Issa, es el encargado de la dirección artística del musical. Junto a Mariaca Semprún, desarrollan el lenguaje corporal del personaje, para trazar con el cuerpo de Semprún la trágica pero maravillosa vida de la Piaf. Así, muestra el canto con sus manos, sus ojos y su voz, y el peso de una vida de altibajos cargado sobre la espalda.

Las vestidos de encaje y de seda diseñados por Raquel Ríos, el maquillaje descendente y tocados atolondrados de Gustavo Santos, encarnan en Semprún a La Môme Piaf. La actriz arrastra suavemente sus sandalias sobre el escenario y canta mientras entra y sale de la vistosa escenografía móvil que diseñó Alfredo Correia. Las paredes con puertas y ventanas blancas, cortinas de terciopelo rojo, hermosas lámparas y muebles, remiten a la época en que vivió el ícono parisino.
Los videos de Eduardo Arias apoyan el relato, con imágenes reales de Edith Piaf. Los momentos de drama y de gloria se intensifican bajo el diseño de iluminación de Ernesto Pinto.
Éxitos inolvidables
Las canciones que interpretó Edith Piaf van hilando los episodios de su vida en este musical. El Hildemaro Álvarez se sienta en el piano y dirige al resto de la banda: Carlos “Nene” Quintero en la percusión, Chipi Chacón en la trompeta y el fiscorno, Eric Chacón en la flauta y el saxo soprano, Eddie Cordero en el violín acústico y eléctrico, Federico Ruíz en el acordeón y Carlos Rodríguez en el contrabajo.
La obra empieza con Mariaca Semprún interpretando Les amants du jour, continúa con La Marsellaise, y con su acento afrancesado, va describiendo el inicio dramático de su vida. Siguen piezas como Las mômes de la cloche (nombre de su primer disco de 1936), Sous le ciel du Paris y Mon marriage a moi, siendo un maravilloso concierto en vivo que enaltece el talento musical y actoral de la artista.
Las canciones de Piaf son reconocidas mundialmente. No podía faltar el tema de la película sobre su vida, La vie en rose, el Hymne a l’amour y Autumn Leaves.
“Mi consejo a las mujeres es que amen. Que amen, a un hombre. Que amen, a un joven. Que amen”
Delante del telón rojo, Semprún interpreta Milord y culmina el espectáculo con el éxito Non, je ne regrette rien, demostrando una vez más su talento y el de todo su equipo, fijando el compromiso con el arte y el público venezolano.
Las funciones de Piaf, voz y delirio, serán de jueves a sábado a las 7 de la noche, y los domingos a las 11 de la mañana y 5 de la tarde. Las entradas están a la venta a través de Ticketmundo.