¿ Qué dejó el Festival Internacional de Berlín 2018?
Las criticas a la edición numero 68 del festival no lograron disminuir su brillo ni su carácter experimental e innovador

Las impresiones de críticos y especialistas no concuerdan una vez clausurada la Berlinale. Es difícil poder hacer seguimiento a la cantidad de películas que se exhiben durante los diez días de festival, contando las tres diarias de la selección oficial más las muestras paralelas, así que habrá que esperar un tiempo para conocer las opiniones y conclusiones de los expertos sobre los logros de esta nueva edición.
Por los momentos, el shock más relevante ha sido la sorpresiva y no muy bien acogida entrega del Oso de Oro a la Mejor Película, concedido a Touch me not de la primeriza directora rumana Adina Pintilie, una polémica ficción casi documental, acusada de ser un film superficial y desagradablemente explícito sobre la vida sexual y frustraciones de un grupo de personas con diferentes tipos de discapacidades físicas y emocionales. Unos la han tildado de “tortuosa” y alegan que no tiene los requisitos cinematográficos para llevarse un reconocimiento tan alto, otros la consideran una propuesta innovadora e impactante.
A pesar de las voces que han criticado la entrega del premio más importante del festival, el cineasta alemán Tom Tykwer, presidente del jurado -conocido por su película Lola, corre Lola- defiende la decisión explicando “ no se trata de lo que el cine puede hacer, sino a dónde puede llegar”. Resulta curioso que un jurado distinto seleccionara esta misma película para el Oso de Plata a mejor opera prima, otro de los premios mas importantes de la competencia. La Berlinale se ha hecho la fama de ser un festival que busca resaltar trabajos desconocidos y poco cómodos en el circuito internacional cinematográfico al margen de la opinión de críticos y audiencias, y la elección de Touch me not parece acertada en ese sentido.
América Latina estuvo muy bien representada y logró llevarse varios premios importantes. El Oso de Plata a mejor guión por Museo, la última película del mexicano Antonio Ruizpalacios escrita junto a Manuel Alcalá, que estrenó con gran éxito en el festival y se perfilaba como posible ganadora en las categorías de Mejor Película y Mejor Dirección. Una fresca road movie sobre jóvenes des adaptados que no se aleja mucho de su anterior trabajo,Güeros que obtuvo el Oso de Oro a mejor opera prima en el 2015. También Las Herederas del paraguayo Marcelo Martinessi, se llevó el Oso de plata “Premio Alfred Bauer” -nombre del fundador del festival- otorgado a las “nuevas perspectivas en el arte cinematográfico” y el Oso de Plata a la Mejor Actriz para Ana Braun, en la historia de una pareja de lesbianas de mediana edad a quienes les toca descubrir qué desean en la vida, cuando una de ellas va a la cárcel.
El Oso de Oro a la trayectoria fue entregado a Willem Dafoe, el prolífico y versátil actor que pocas veces ha sido premiado. Con un currículo que pasea por papeles secundarios en sagas de súper héroes hasta actuar bajo la dirección de grandes nombres del cine de autor como Lars von Trier, Martin Scorsese, Abel Ferrara y Oliver Stone. Dafoe ya había sido ocho veces nominado en el festival ,pero nunca antes había tenido el honor de llevarse el Oso. Además,su última película The florida project , lo convierte en un posible ganador en la categoría de Mejor Actor de Reparto en los Premios Óscar a celebrarse próximamente.

El Gran Premio del Jurado recayó en la película Twarz/Mug de la polaca Malgorza Szumowska, que trata el tema del racismo . Es la historia de un supremacista blanco a quién le realizan un trasplante de rostro luego de quedar desfigurado a causa de un accidente y entonces deberá sufrir en carne propia el mismo odio que antes predicaba. Tampoco esta entrega pareció satisfacer a los críticos en la Berlinale. La tildaron de floja en comparación a otras obras de la punzante Szumowska. Por otra parte, un película ganadora que no desató polémicas fue el Oso de Plata a Mejor Director que recayó en Wes Anderson, gracias a su aventura en stop motion ,Isla de Perros, una obra con el sello característico del autor pero con una fuerte evocación al universo fantástico de Hayao Miyazaki. Isla de Perros era el estreno más esperado del festival y no parece haber decepcionado a nadie.

El premio a Mejor Película Documental se lo llevó The Waldheim Waltz de la austriaca Ruth Beckermann, un oportuno relato construido a partir de imágenes de archivo y grabaciones caseras, narrado por la directora con vez pausada sobre la situación social y mediática que envolvió a Austria durante la presidencia en 1986 del antiguo colaborador nazi Kurt Waldheim. Las opiniones parecen ponerse de acuerdo sobre lo acertado de su cinematografía y su agudeza política, en un momento donde varios países del norte de Europa sufren el fortalecimiento de partidos políticos abiertamente xenófobos. Esta película resulto ser una de las grandes revelaciones del festival. Otra de las categorías más importantes, el premio que otorga la audiencia, fue entregado al dinámico thriller Profile de Timur Bekmambetov una producción inglesa-norteamericana que lleva a la pantalla el libro In the Skin of a Jihadist de la periodista francesa Anna Erelle acerca de su experiencia encubierta como una joven que esta siendo reclutada por el grupo terrorista ISIS.
Otras películas que se llevaron la atención del público y de la crítica en el festival fueron: la alemana In the aisles de Thomas Stuber, un drama con humor negro donde también se explora el tema del racismo; Unsane de Steven Soderbergh un drama sobre perderse dentro de la paranoia, completamente filmada desde un teléfono Iphone; U-July 22 de Erik Poppe, que vuelve a mostrar su destreza con la cámara al presentar una película de una sola toma secuencia de 90 minutos, que recrea los hechos ocurridos durante la masacre de la isla de Utøya en el 2011; también la pelicula sueca The Real Estate de Axel Petersen y Mans Mansson, que narra sin concesiones la travesía de una mujer de mediana edad que esta a punto de vender un edificio de apartamentos dejando a sus habitantes en la calle. Estas para nombrar las mas reconocidas de la muestra que termino este 24 de febrero. La lista de películas destacadas podría ser mucho mas extensa, en un festival que toma sus riesgos, siempre empujando los limites del cine tradicional, para abrirlo a un ámbito más extenso de ejercicios creativos y propuestas innovadoras a nivel mundial.
(Fuentes consultadas: Las horas perdidas, El país,
Berlín amateurs, The Guardian)