Ricardo Jiménez y Amada Granado: fotolibros en contraste
Penitenciario, de Amada Granado y Paisaje vertical, de Ricardo Jiménez, fueron los fotolibros presentados en el último ciclo de conferencias realizados durante el Mes de la Fotografía en la Librería Lugar Común de Las Mercedes

Con dos libros en las manos, Teatro del Tempo del fotógrafo checo Josef Koudelka y el suyo propio, Ricardo Jiménez llegó antes que todos a la librería Lugar Común de Las Mercedes, en Caracas. Iba a hablar sobre un interesante proyecto que él mismo considera como “un guiño al trabajo de Koudelka”.
La charla, realizada el pasado miércoles 30 de noviembre, cerró el ciclo de conversatorios del Mes de la Fotografía 2016 que se organizó con el apoyo de la Alianza Francesa en el país. Inició con la presentación del Penitenciario, un fotoligbro de la venezolana Amada Granado.
Érik Del Búfalo, profesor de filosofía de la Universidad Simón Bolívar, fue el encargado de explicar el trabajo de Granado en la penitenciaria de San Antonio en la Isla de Margarita (Nueva Esparta), no sin antes mostrar una entrevista audiovisual que le hizo a la fotógrafa, Félix Suazo, el profesor, crítico de arte, investigador y curador.
“En Penitenciario muestro una serie de fotografías donde los niños en su inocencia juegan alegres y felices en una piscina que había en la cárcel de la isla. Esta piscina nos muestra que somos presos en la ciudad y que la libertad se expresa a través del chapoteo en ese instante muy corto que pude estar ahí, eso es Penitenciario, esa contradicción”, explicó Amada Granado durante la entrevista.
“Anteriormente trabajé en Guaire, donde hice un recorrido visual por la ciudad de Caracas atravesada por un río totalmente contaminado. Y en Humboldt, donde muestro las ruinas de unos de los hoteles más emblemáticos de la ciudad que está en el Ávila, y que tiene una piscina vacía que quedó congelada en el tiempo. Podría decirse que con Penitenciario cierro el ciclo de una trilogía por las aguas venezolanas”, acotó Granado.
Del Búfalo señaló haber estado involucrado con Penitenciario y ambos lograron que se expusiera en el 2013, “aunque nadie quería brindar el espacio para mostrar imágenes de niños y menos en un año donde la Lopna (Ley Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente) estaba en su punto álgido como arma del Gobierno para censurar”.
Para Amada Granado fue un proceso difícil. Primero las dificultades para ingresar al penal de San Antonio en Porlamar, pese a la renuencia de los guardias, el director de la cárcel y finalmente el pran (líder de los reos) quien para ese entonces era Teófilo Rodríguez alias “El Conejo”, (asesinado en enero de este año cuando salía de una discoteca en la región insular).
“Amada no pudo acceder con su equipo fotográfico, entonces trabajó con la cámara de un preso, un preso que era el fotógrafo social del pran”, acotó Del Búfalo y sentenció: “tras los muros no hay Estado”.
“Penitenciario no es un trabajo foto periodístico clásico ni fotografía de turismo, es una combinación de ambos que más allá de los aspectos técnicos de la imagen, busca mostrar lo significativo del país”, continuó.
“Las imágenes de niños descoloca el problema de la realidad. El niño no tiene culpa y fotografiarlos en la culpa de la cárcel produce una contradicción entre la imagen y la realidad, en un punto indecible y uno real y es ahí donde la fotografía entra, cuando el discurso se agota”, acotó el profesor.
Igualmente, Del Búfalo recordó que Amada Granado estuvo envuelta en rumores creados por algunos medios de comunicación que la involucraban sentimentalmente con El Conejo. Pero, otro punto importante que detona Penitenciario es que crea otro tipo de espectador, según afirmó.
“Como no se trata de fotografía conceptual ni foto reportaje, las imágenes en Penitenciario revelan un ojo democrático de un nuevo espectador que lee distintas fotografías desde un punto distinto pero en un mismo plano y ésto es como una hojilla que atraviesa este trabajo”, finalizó el presentador.
Una travesura hecha fotolibro
Luego le llegó el turno al fotolibro Paisaje vertical de Ricardo Jiménez, quien explicó que se trata de una serie de fotografías con referencia al trabajo de Josef Koudelka mostrado en el libro de Teatro del Tempo.
“Algunas de estas fotografías fueron expuestas en una colectiva que se hizo en una institución bancaria del país bajo la curaduría de Mariela Provenzali hace algunos años, y coincidieron con un poema de mi amigo Igor Barreto titulado El paisaje ha muerto”, dijo Jiménez.
El reconocido fotógrafo insistió en que hay paisajes bonitos y hay fotos que muestran el deterioro que sufren cada uno de ellos, a causa de la contaminación originada por el ser humano. La edición de Jiménez es tipo acordeón y al ser desplegado crea una estudiada lectura de cada una de las fotografías y del conjunto del contenido del libro.
“Le llamo travesura porque tenemos la percepción que el paisaje debe ser horizontal, así están en el libro de Koudelka, pero me agradó la idea y opté por esto que veo como un libro mágico, porque cuesta bastante hacer un objeto como este”, acotó el fotógrafo.
El también reconocido fotógrafo venezolano Ricardo Gómez Pérez, presente en el evento explicó que Paisaje vertical esta compuesto por imágenes tomadas durante viajes hechos por Jiménez a Europa y en toda Caracas.
“Este fotolibro es una forma más intima y más poética de ver las fotografías de Ricardo. Además, hacer un producto de esta calidad es bastante importante. Quienes deseen comprar Paisaje vertical deben hacerlo por pedido previo porque producción existente es de 20 ejemplares con un diseño impresionante, enumerado y autografiado por su autor”, señaló Gómez Pérez.
El diseño, la edición y la producción de ambos fotolibros estuvo bajo la responsabilidad de Gisela Viloria quién apoyó a cada uno de los dos fotógrafos. Ella mostró al público presente en la librería Lugar Común ambos trabajos, impresos en plotter sobre un papel de fina y delicada textura, libros únicos, Penitenciario con su portada en relieve y Paisaje vertical con una maravillosa caja diseñada especialmente.
Al término del encuentro, los invitados agradecieron a todos quienes hicieron posible este tipo de actividad enmarcada en el Mes de la Fotografía 2016, cuyo balance es altamente positivo para los amantes de las artes de la imagen fotográfica en nuestro país.